Hace ya dos años del lanzamiento de ChatGPT, la aplicación que marcó el inicio de la popularización de la Inteligencia Artificial Generativa. Como es habitual en el sector tecnológico, han sido meses de percepción máxima (hype) y escenarios extremos. La realidad puede haber moderado el hype, pero también ha constatado que la IA es una oportunidad formidable con un potencial disruptivo cada vez más presente.
En este tiempo, la IA ha avanzado a pasos agigantados: nuevos modelos open source y nuevas técnicas, como el Retrieval Augmented Generation (RAG). También nos han acompañado algunas sombras, como la necesidad creciente de datos para alimentarlas o los miedos asociados al impacto en la fuerza laboral.
Pero, en cualquier caso, ya no hablamos de la IA como un concepto futurista; se ha abierto un potencial inmenso de nuevos casos de uso y nuevo negocio. Desde el ámbito del backoffice hasta la atención al cliente, cada vez estamos adoptando más la IA en nuestras oficinas.
Es en definitiva la “tormenta perfecta”, donde la combinación de tecnologías, datos y casos de uso constatan que hablamos de una de las tecnologías que más impactarán nuestro modo de vida y la forma en la que trabajamos. Como ha demostrado la historia y los últimos datos, la IA nos mejorará y liberará para concentrarnos en lo que realmente es importante o hacemos mejor.
Los desarrollos más inmediatos se encaminan hacia una mayor democratización de la IA con evoluciones tecnológicas como los agentes (capaces de tomar decisiones y trabajar conjuntamente) o modelos más ligeros y específicos, disponible en dispositivos más pequeños y en el borde. Estamos viviendo una carrera tecnológica por la IA multimodal, cada vez más grande y voraz en datos.
Los desarrollos más inmediatos se encaminan hacia una mayor democratización de la IA
A diferencia de otras revoluciones tecnológicas, la IA está requiriendo grandes inversiones e infraestructuras y el cloud será fundamental en su desarrollo. La nube pública permite almacenar datos de forma económica y masiva y tiene el cómputo necesario para procesarlos y devolvernos respuestas cada vez más inteligentes. Es una excelente opción para aquellos clientes que quieran introducirse en este tipo de tecnología sin complicaciones.
A través de los modelos LLM, desplegados en nubes privadas, las empresas también pueden solventar sus dudas sobre la privacidad y cumplimiento legal de esta tecnología. Así, las empresas generan su propia IA, más productiva y adaptada al negocio, teniendo en cuenta también la necesidad que tienen los equipos técnicos de equilibrar los beneficios que conlleva la explotación del dato con los costes, la privacidad y el control de la información del negocio.
Esto requiere unos servicios específicos, como los que ofrecemos en Arsys, desde nuestras soluciones de Nube Pública y Privada de alto rendimiento y optimizados para IA, fáciles de gestionar, que puedan comunicarse fácilmente con las aplicaciones y sistemas ya existentes en las organizaciones y, sobre todo, que garanticen el cumplimiento normativo y la soberanía del dato al coste correcto. Son soluciones completas que facilitan la convivencia de modelos multicloud, híbridos y on-premise, en los que proveedores nos convertimos en el compañero de viaje hacia la adopción de las soluciones de IA más disruptivas para el negocio.
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