Hoy en día, la ciberseguridad sigue siendo un desafío significativo para las empresas. Avances tecnológicos, como la adopción de la nube, el Internet de las cosas (IoT) y la Inteligencia Artificial, han creado nuevas oportunidades, pero también han introducido nuevos riesgos y vectores de ataque. Las amenazas cibernéticas, como ataques de ransomware, phishing y violaciones de datos, continúan siendo una preocupación constante.
Por su parte, se espera que la demanda de soluciones VPN experimente un notable aumento al nivel mundial en el próximo año, ya que la preocupación por la seguridad de los datos tanto personales como empresariales ha ido en aumento este año.
En general, se ha observado un aumento en la conciencia sobre la importancia de la ciberseguridad, y muchas empresas están invirtiendo más en medidas preventivas y en la formación de sus empleados. Sin embargo, los ciberdelincuentes también están mejorando sus tácticas, lo que hace que la ciberseguridad sea una carrera constante entre defensores y atacantes.
La formación es uno de los elementos clave en cualquier estrategia de ciberseguridad
Para afrontar los diferentes retos a los que están expuestos las empresas en materia de ciberseguridad es necesario tener definida y diseñada una correcta estrategia que permita a la organización no sólo defenderse de los posibles ataques, sino también tomar medidas para prevenirlos antes de que éstos se produzcan. La implementación de una estrategia efectiva para la protección de la información requiere diversos aspectos de la ciberseguridad. En primer lugar, es esencial realizar evaluaciones periódicas de riesgos para identificar amenazas potenciales y vulnerabilidades específicas en el entorno empresarial.
Por otro lado, la implementación de controles de acceso, el cifrado de datos, las actualizaciones y parches regulares, los respaldos periódicos y sistemas de monitoreo continuo son prácticas esenciales para fortalecer la postura de seguridad.
La importancia de la formación
Pero uno de los elementos más importantes a la hora de implementar una estrategia de ciberseguridad pasa por tener empleados formados que sean conscientes de la gravedad que puede tener el éxito de un ciberataque. Por ese motivo, además de contar con soluciones de protección y prevención, las organizaciones deben proporcionar programas educativos en ciberseguridad a los empleados ya que, el error humano es una de las principales causas de los incidentes cibernéticos en las empresas.
En muchas ocasiones, los usuarios pueden no ser completamente conscientes de todas las amenazas y, por consiguiente, de las mejores prácticas de ciberseguridad que aplicar. Por ello la formación es un elemento esencial en la estrategia de seguridad de una empresa, ya que ayuda a los empleados a comprender las amenazas potenciales, como el phishing, malware y ataques de ingeniería social. Además, les enseña a reconocer señales de advertencia y a adoptar comportamientos seguros.
La formación también les proporciona información sobre las políticas de seguridad de la empresa y las mejores prácticas que deben seguir, como el uso de contraseñas seguras, la actualización regular de software y la gestión responsable de datos. Con ello, también se crea una cultura de seguridad en la empresa al sentirse parte activa en la protección de los activos de la compañía.
Al ser cada vez más conscientes de los riesgos, las empresas reconocen la importancia de invertir en programas de formación efectivos para enfrentar de manera efectiva los desafíos en evolución del panorama de amenazas online.
En este sentido, la Inteligencia Artificial puede suponer una ventaja en la formación de los empleados. En la actualidad la IA ya se está empleando para simular ataques y entrenar a profesionales de seguridad en escenarios más realistas. Todo ello supone un avance en materia de protección de las empresas ya que además de los planes formativos que tengan incorporados la IA puede ayudar a preparar mejor a las compañías frente a amenazas emergentes.
Aun así, todavía hay muchas tareas y decisiones que requieren la intuición, experiencia y juicio humano. Además, hay que tener en cuenta que los cibercriminales también la pueden utilizar para diseñar ataques específicamente dirigidos a engañar o eludir sistemas basados en IA.
Por Marc Rivero, Lead Security Researcher de Kaspersky