Nombre: Marta Palmeiro
Cargo: cofundadora y CFO de StudentFinance
Fecha de nacimiento: 23-3-1985 Hijos: tres
Hobbies: kickboxing y lectura
Estudios: ADE
Entrevista con Marta Palmeiro, cofundadora y CFO de StudentFinance
¿Cómo llegó al mundo TIC?
Comencé mi carrera en Credit Suisse en Banca de Inversión, donde estuve 10 años.
En 2016 empecé a tener contacto con startups en early stage enfocadas a la tecnología y al área fintetch, convirtiéndome así en una “angel investor” activa. Como “angel investor”, me enamoré del mundo tecnológico y durante el camino tuve la oportunidad de co-fundar StudentFinance.
¿Qué es lo que más valora de su trabajo?
Valoro mucho el enorme potencial de innovar y crear valor, porque considero que nada es imposible con trabajo y esfuerzo. Hay que rodearse de una comunidad de inversores y un equipo de alta calidad que comparta y sienta la misma visión a la hora de trabajar y tener mucha resiliencia.
Desde StudentFinance acabamos con las barreras económicas existentes en las ramas educativas del sector tecnológico y digital. En esta línea, estamos enfocados en reskilling y transformaciones profesionales muy profundas que desbloquean y abren grandes oportunidades en el mercado laboral. Principalmente, nos centramos en la inclusión financiera y en el acceso al empleo, dedicándonos a personas que de otra manera no podrían formarse en estas áreas. Poder potenciar y experimentar estas transformaciones en primera mano es un enorme privilegio.
En su opinión ¿qué es lo que falla para que las mujeres no apuesten más por el estudio de carreras STEM?
Lo que nos falta son más “role models” o esos ejemplos a seguir. Necesitamos más mujeres en posiciones senior que compartan su experiencia y sirvan de ejemplo a las más jóvenes. La diversidad es fundamental y las mujeres tienen un papel muy importante en el mundo tecnológico que, hasta hace poco, no se les ha permitido desarrollar.
¿Cree que existe el “techo de cristal” en las empresas TIC? ¿Cuál debería ser la solución?
Las brechas entre hombres y mujeres aumentan a medida que avanzan en su trayectoria académica y profesional. Por ello, seguimos observando muy poca diversidad en las altas esferas y un número bastante bajo de mujeres en posiciones senior. Hay que apoyar a las mujeres que estudian materias TIC para que continúen su vida laboral en el sector y potenciar el crecimiento de las mismas, dándoles más exposición interna y externa. Las mujeres en posiciones senior tienen la responsabilidad de crear más igualdad de oportunidades, procesos de reclutamiento y una cultura más diversa, que valora diferentes perspectivas y atributos.
¿Una política de cuotas puede resolver el problema?
Entiendo que esa medida pueda ser un mal necesario en el corto plazo, pero no me gusta la política de las cuotas. Valoro la cultura de la meritocracia, que reconocen los resultados con independencia del género y que se enfocan en comprender a la persona y darle las mejores condiciones para que se desarrolle tanto profesional, como personalmente.
¿Qué dificultades se encontró usted para llegar a la posición que tiene actualmente?
El mindset del mundo corporativo al mundo startup es muy distinto. He crecido profesionalmente y trabajado durante 10 años en el ámbito de la banca de inversión que sigue playbooks muy específicos de cómo se hacen las cosas, como el desarrollo profesional. Ese cambio de corporate a startup en etapa “early stage” (construir una startup del cero), ha venido acompañado de un gran crecimiento personal y de un cambio significativo de mis modelos mentales.
Entiendo que pueda ser un mal necesario en el corto plazo, pero no me gusta la política de las cuotas
En un primer momento, tuve mucha presión externa. Mucha gente de mi círculo cercano no entendía el cambio: no me dieron crédito hasta que el negocio empezó a crecer y el éxito comenzó a materializarse. Durante esta fase inicial, ni mis compañeros ni yo podíamos permitirnos dejar de creer en el proyecto y los beneficios que un modelo de financiación como el ISA -desconocido en España hasta el momento- podía reportar a gran parte de la población. Por ello, el gran reto profesional de mi trayectoria y en el que más obstáculos encontré ha sido el proyecto del que más orgullosa me siento: la oportunidad de dar acceso a formación en economía digital.
Como mujer, no he encontrado dificultades en mi trayectoria por la desigualdad de género. No obstante, hay que ser muy conscientes de nuestras prioridades y asumir que estas van cambiando a lo largo de nuestra carrera en función de las decisiones que tomemos en el terreno personal. Pero esto aplica tanto a hombres como a mujeres gracias a los nuevos avances en materia de igualdad.
¿Qué es lo que más valora de su empresa con respecto a la integración de la mujer?
StudentFinance nació como una empresa flexible y con un fuerte compromiso con sus empleados con el objetivo de ofrecerles las mejores condiciones para exprimir su potencial y productividad. A día de hoy, seguimos trabajando con esta filosofía y en la diversidad como fuente de enriquecimiento para todo el equipo. Actualmente, tenemos un 35% de representación femenina -¡incluyendo una ingeniera!- y con siete nacionalidades diferentes, por lo que StudentFinance cuenta con una representación racial y de género que espero y confío que siga in crescendo.
Un 35% de alumnos no logra ni acabar el bachillerato ni la FP equivalente, ¿está en la educación el problema de la falta de perfiles especializados?
Absolutamente. La educación es el principal problema del déficit de perfiles especializados para cubrir el mercado laboral.
Muchos jóvenes no encuentran ningún atractivo en lo que se les enseña y abandonan sus estudios en bachillerato o no logran terminar sus estudios superiores. No se pone suficiente énfasis en explicarles hacia donde va dirigida su formación y se sienten perdidos al abordar de manera superflua el mundo digital, que es con el que se desenvuelven diariamente.
Si la educación empezará, desde un nivel temprano, a enseñar competencias tecnológicas básicas enfocadas al sector digital, la mentalidad y las ganas de los estudiantes cambiarían. Se sentirán más identificados con las materias de estudio y confiarán en que lo que van a estudiar les servirá de base para labrar su futuro laboral.
¿Le han servido los estudios que hizo para realizar su labor actual?
El mercado laboral experimenta, desde hace años, profundas transformaciones, en tanto en cuanto la digitalización irrumpe nuestras vidas. Por ello, ya no existe una carrera o competencias que te garanticen un trabajo para “toda la vida”. Adaptarse (reskilling/ upskilling) a los nuevos paradigmas del mercado laboral es fundamental para seguir siendo relevantes en el mismo.
Creo mucho en life long learning y cada par de años intento hacer una especialización y abrirme nuevos caminos. Antes de lanzar StudentFinance, me especialicé en “Fintech y en Blockchain business strategy”. A futuro -cuando el ritmo de la startup me lo permita- me gustaría mucho profundizar en el data science.
Solucione el problema de la educación en España…
España tiene un problema de desempleo importante, focalizado en los grupos más jóvenes. Al mismo tiempo, hay un skills gap brutal y las compañías se encuentran con dificultades para cubrir sus vacantes con perfiles especializados en sus necesidades.
Hay que solucionar este desajuste oferta-demanda promoviendo información sobre las competencias y habilidades más requeridas en el mercado laboral, salidas profesionales, expectativas salariales y al mismo tiempo garantizar que todos tengan la oportunidad de acceder a la educación de calidad.
La misión de StudentFinance es acabar con la falta de competencias tecnológicas a través del apoyo económico para la formación en los perfiles más demandados por el mercado laboral. Además, es necesario estudiar cada perfil para poder orientar, apoyar y motivar al estudiante durante todo el proceso educativo para que encuentre su lugar en el ámbito laboral.
Si tuviera que aconsejar a un joven qué estudiar de cara a obtener un futuro laboral estable, ¿por dónde le orientaría?
Sin duda, empezaría por darle información sobre las competencias más demandadas en el mercado laboral -ahora mismo muy centradas en desarrollo web, data science, ciberseguridad y diseño UX/UI- y analizar cuales son las más adecuadas según su perfil e intereses. Asimismo, le pondría en contexto el mercado laboral y las salidas profesionales y empresas en las que puede hacerse un hueco.
Con todo, es fundamental desarrollar un “growth mindset” para generar pasión por el conocimiento y que quiera seguir formándose en la cultura digital y en las áreas del futuro a lo largo de su trayectoria profesional.
¿Hacia dónde cree que va el sector TIC? En su opinión, ¿cuáles van a ser las tendencias que realmente van a transformar la sociedad?
El sector TIC es transversal y, por ello, hay tanta demanda de sus profesionales. La transformación tecnológica afectará a todos los sectores económicos. Como venimos observando, la llegada de la Web3 o el blockchain están dominando la demanda laboral.
Este nuevo paradigma estará habilitado por las redes que se forman alrededor de los protocolos criptográficos, que están emergiendo como nuevas formas de coordinar, medir y recompensar las contribuciones a ecosistemas complejos. El cambio ya ha iniciado el desbloqueo hacia un nuevo potencial de ingresos para las personas y está conduciendo hacia una creciente transferencia de beneficios de las organizaciones a las personas que participan como individuos en las redes criptográficas.
Asimismo, dada la irrupción del Metaverso, nos dirigimos hacia la multiexperiencia, donde se replica el mundo real en virtual de forma palpable y accesible, y hacia la tendencia de la transparencia y la trazabilidad, donde considero que se exigirá y se mantendrá la ética del uso de la tecnología.
IA, automatización, robótica, ¿de verdad cree que el futuro pasa por las personas?
Recordemos que, hace un par de años, la Comisión Europea declaró creer que la inteligencia artificial se ha convertido en un área clave para el desarrollo económico, pero el futuro ha sido siempre moldeado por las personas y creo fielmente en un balance entre tecnología y humanos, más que en una completa sustitución.
Hace años surgió y avanzó a pasos agigantados la digitalización, los algoritmos y el almacenamiento de datos, pero se necesitó -y sigue necesitando- de las habilidades del ser humano para poder plasmar y comunicar de forma crítica y creativa estos datos.
La era de la digitalización ha generado una desconfiguración en los roles de las personas, pero no las ha suplantado, siguen siendo necesarias. La Inteligencia Artificial no entienden del mundo que les rodea, no poseen inteligencia, se nutren de los ejemplos y las repeticiones que el ser humano les programa. Por ello, considero que el futuro pasa por las personas.