La Unión Europea acaba de recomendar el uso del método de ahorro de Costes de TI propuesto por LedaMC. Además, la firma será el asesor del Grupo Enel en eficiencia de los procesos TI para la optimización de costes.
Hablamos con Dácil Castelo, CEO de LedaMC sobre todos estos aspectos
A la vista del resultado de la última licitación del grupo Enel para su centro de competencias de eficiencia en Coste TI, de la que ha resultado primera adjudicataria la UTE liderada por LedaMC, podemos decir que su experiencia en consultoría está dando resultados en un año tan complicado ¿Se debe al ROI tan bueno de sus servicios?
No está siendo un año fácil para nadie y lo que nos preocupa sobre todo es la salud. Después de la salud, lo que tratamos es de ayudar a nuestros clientes a que sus compañías sean lo más eficientes posibles y ellos entienden, como lo entiende el grupo Enel, que para reducir costes hay que invertir en cuidar nuestra eficiencia. Nosotros siempre hacemos gala de lo que predicamos, de optimizar y de maximizar el valor que entregamos a nuestros clientes, de ayudarles a cuidar de sus desarrollos de TI, de ahí la cifra de ROI que hasta el momento se sitúa en un 500% o de otra forma por cada euro invertido en LedaMC nuestros clientes obtienen entre 9€ y 25€.
Llevan muchos años de experiencia en la utilización de los métodos de optimización de costes en el sector de TI, ¿cómo han recibido la noticia de que la Unión Europea los recomienda ahora en sus licitaciones de desarrollo de software?
Muy contentos, sobre todo porque el paso que ha dado la Unión Europea no es un hecho aislado. Desde 2006 venimos trabajando en estos métodos ya que nos permiten conseguir grandes ahorros para nuestros clientes como han publicado Vodafone, Orange o Mapfre; y desde entonces hemos visto como cada vez más países lo han ido incorporando en sus procesos de licitación: Brasil, Italia, México, Francia entre otros y ahora la Unión Europea.
Nosotros estamos convencidos de que pueden suponer una ventaja para la Unión Europea, así como para cualquier empresa que quiera ser más competitiva en un escenario de incertidumbre como el que vivimos actualmente.
¿Cómo aplica la Unión Europea estos métodos para ahorrar costes en TI? Según su experiencia ¿difiere en algo a cómo lo aplican sus clientes en la gestión de proveedores?
Lo aplica de una forma bastante amplia para poder obtener el máximo, y podemos decir que recoge muchas de las mejores prácticas de la industria que mostraré de forma breve a continuación.
Fuimos una de las primeras compañías en utilizar la medida del producto para poder optimizar los costes de los desarrollos ágiles para nuestros clientes y ese es uno de los puntos que la Unión Europea recomienda ahora. Ellos lo prescriben tanto en la presupuestación de los desarrollos como en la determinación del coste final del proyecto, tratando de eliminar las incertidumbres propias de estos entornos.
Otro de los campos en los que fuimos pioneros, y nos alegra que la Unión Europea siga nuestros pasos, es la optimización del coste de la mala calidad. A través de los puntos función (medida del producto software), se puede calcular el esfuerzo de testware necesario para un proyecto de desarrollo software. ¿Hay alguna forma mejor que la propia funcionalidad a probar para determinar el esfuerzo necesario para llevarlo a cabo? Aunando diferentes parámetros, podemos normalizar los valores para meter en contexto nuestros desarrollos. Calidad, plazo de entrega, coste por punto función y esfuerzo nos dan una visión 360 de cómo se encuentran nuestros desarrollos para así poder tomar importantes decisiones de negocio. Podemos incluso compararlos con lo que está haciendo el mercado, ya que los puntos función son una medida estándar.
Otras aplicaciones algo más usuales de obtener ventajas de los puntos función que adoptan tanto la UE como nuestros clientes son: establecer un ranking de proveedores para ver qué proveedor es el óptimo para realizar un desarrollo determinado (teniendo en cuenta la tecnología, metodología, etc) y como mencionaba anteriormente, centrarnos en el producto entregado a la hora de contratar un desarrollo en vez de sólo tener en cuenta las tarifas de los distintos proveedores. Este valor del producto entregado, al estar basado en una medida estándar, puede comparase con el mercado y así obtener presupuestos más objetivos y transparentes.