Entrevistamos a Dácil Castelo, CEO de LedaMC analizando los resultados del último año de la compañía, que además coincide con el 20º Aniversario de la compañía, y hablamos sobre el presente y futuro del sector, desde la gestión del talento a los cambios que introducirá la inteligencia artificial.
¿Cuál es el balance que hace de los últimos resultados de la compañía?
Este año ha sido realmente positivo para LedaMC en términos económicos. Hemos experimentado un crecimiento sólido en nuestras operaciones y hemos superado nuestro objetivo, cerrando el año un 20% por encima de los resultados del año anterior. Esto se debe a una combinación de factores, como son la calidad de los servicios, la confianza de nuestros clientes y la capacidad de adaptación a las cambiantes tendencias del mercado.
¿Qué opina del impacto de la Inteligencia Artificial Generativa? ¿Es tan alto cómo parece?
Más que opinar prefiero mostrar algunos datos. Según el informe presentado por McKinsey en junio de 2023 la inteligencia artificial generativa podría añadir entre 2,6 a 4,4 billones de dólares (billones europeos) de valor a la economía mundial. Lo comparaban con el PIB de Gran Bretaña que en 2021 fue de 3,1 billones de dólares. No parece que el impacto no vaya a ser grande.
Deloitte acaba de publicar una encuesta donde se consulta a las empresas tecnológicas por el impacto de la IA. El 91% de ellas asegura que la inteligencia artificial generativa mejorará su productividad.
Como decía, no se trata de una opinión, los datos están refrendando las sensaciones que se tenían hace apenas unos meses o años… Deberíamos preguntarnos, por tanto, si nuestra empresa está aprovechando las ventajas que aporta la IA en su beneficio.
Y centrándonos en el software ¿Puede ser una revolución del mismo nivel? ¿Pueden llegar a desaparecer los programadores?
La generación de software es una de las tareas que la Inteligencia artificial generativa está realizando con eficacia. Ahora mismo estamos en un estadio de desarrollo donde tenemos Copilots, como el desarrollado por Microsoft y en Github, y son esos copilotos los que realizarán por nosotros las tareas más tediosas y automáticas.
Su impacto lo podemos ver con un ejemplo sencillo ¿qué diferencia hay entre un desarrollador con acceso a internet y uno que no lo tiene? Pues la diferencia entre tener un experto y tener un junior. El que tiene acceso a internet puede consultar en Stackoverflow o en algún otro foro la solución a un problema que le podría llevar semanas en solucionar o incluso que no sabría cómo hacerlo. No le convertirá en experto de inmediato, pero si conseguirá elevar su nivel de desempeño a un nivel muy alto e ir aprendiendo.
Ahora pensemos en disponer de un copilot que te genere el código con solo pedírselo en lenguaje natural e, incluso, que pueda evolucionar a generarlo de forma autónoma. Si sigue la evolución en ese sentido, nos podríamos encontrar con que los humanos nos quedemos relegados a hacer auditoría para comprobar que el código se generó bien y que el código fuente se mantenga sólo por este motivo. Para el copilot el código fuente ya no sería necesario puede entender el código máquina directamente.
Aunque un escenario así suene exagerado y no suceda tal cual, estamos siendo testigos de muchos avances y podremos ver cómo empresas con pocos desarrolladores van a poder sacar adelante grandes productos en poco tiempo y con poco presupuesto.
Entonces, el impacto en las empresas cliente que necesitan desarrollar software será muy alto ¿desaparecerán los equipos de desarrollo? O ¿trasladarán los proveedores a sus clientes las eficiencias que puedan conseguir en el desarrollo?
En el escenario actual, la irrupción de la inteligencia artificial generativa implica una mayor gestión de los proveedores de desarrollo de software y un mayor uso del benchmarking para determinar cuáles de esos proveedores están siendo capaces de liderar los cambios que se están sucediendo y aprovecharlos en beneficio de sus clientes.
En un cliente estamos colaborando en un piloto para medir el impacto de la aplicación de la IA generativa en el aumento de la productividad del desarrollo de software. Una vez establecido el umbral de mejora para los integradores dentro de la organización, quien no lo alcance o supere, estará haciendo perder oportunidades de negocio al propio cliente y, por tanto, quedará fuera del mercado. Ahora tenemos la oportunidad de cumplir todos los deseos que negocio siempre ha tenido, pero a un coste mucho menor.
«La mejor forma de saber si la estrategia de LedaMC funciona es con datos: el 56,25% de nuestros empleados lleva más de 5 años con nosotros, y un 17,5% ha superado los 10 años»
¿A qué se refiere que TI puede cumplir los deseos que negocio siempre ha tenido e incluso a un coste mucho menor? ¿La inteligencia artificial, con esa mejora de productividad, puede ayudarnos a hacerlo?
Ahora mismo, con las incipientes ayudas desplegadas por los copilots, tanto en la parte de la generación de código como en la propia gestión del día a día, tanto en la integración con la suite de Microsoft (la más extendida) como en otras soluciones, los tiempos de generación de software se están reduciendo mucho. Esto hace que ahora mismo los departamentos de TI tengan delante lo que siempre han demandado: presupuesto para realizar muchos más desarrollos o capacidad de reducir coste sin que peligre la cantidad de producto software a desarrollar.
Nosotros colaboramos en poder medir esa productividad de los proveedores, sacar a la luz los que mejor aprovechan las tecnologías en beneficio de sus clientes y como les proveen de un aumento de entrega de producto software a un coste menor.
Es el sueño de negocio. Poder tener todo el producto software que quieran casi sin tenerse que preocupar de aumentar el presupuesto. Les permitirá realizar Test A/B de funcionalidad, llevar a cabo ideas, probar conceptos y elegir la mejor solución. O simplemente ajustar el presupuesto sin poner en peligro las mejoras que quieren realizar.
Para ello, hay que elegir a los mejores, comparándolos con el mercado, con la implementación de las mejores tecnologías. Es algo que hacemos en nuestro día a día y vemos como nuestros clientes salen muy satisfechos de ello.
En un mercado tan competitivo y con una escasez de profesionales cualificados en el sector TIC ¿Qué estrategias ha seguido su empresa para atraer y retener el talento?
Es cierto que el sector TIC tiene unos porcentajes de rotación muy altos comparados con otros sectores, rozando el 12%. Y, además, la pandemia ha cambiado las preferencias vitales de los empleados y su relación con las empresas. Aunque esta problemática se haya acentuado en los últimos años y muchas empresas del sector tienen problemas para encontrar y fidelizar el talento, nosotros no lo estamos teniendo en la misma medida. Para nosotros es clave abordar este desafío desde una perspectiva centrada en las personas, con un enfoque de liderazgo humanista. Este tipo de liderazgo pone a las personas en el centro de la gestión y el negocio, intentando cuidar de ellas en todo momento. Y cuidar de las personas forma parte de nuestra filosofía desde que Rafael fundó LedaMC hace ya más de 20 años, y así seguirá siendo, porque son las personas las que nos permiten generar valor para nuestros clientes.
Y es por esto por lo que la pandemia supuso un gran reto para nosotros, por las difíciles decisiones que tuvimos que tomar para superarla. En esas circunstancias adversas, adquirimos el compromiso de compensar a aquellos empleados que estuvieron en ERTE en cuanto la situación lo permitiera. Y este año, finalmente, gracias a los buenos resultados, hemos podido cumplir este compromiso.
Por supuesto, esto se trabaja diariamente, buscando mejorar nuestra gestión del talento y la cultura de LedaMC, para que quienes se incorporen a nuestro equipo se sientan parte de un proyecto común, ilusionante y sostenible, con valores y una cultura que nos permitan crecer juntos.
Y creo que la mejor forma de saber si nuestra estrategia funciona es con datos: el 56,25% de nuestros empleados lleva más de 5 años con nosotros, y un 17,5% ha superado los 10 años. Son cifras que nos alegran porque reflejan la fortaleza de nuestra cultura centrada en las personas y la efectividad de nuestras estrategias para retener talento.
