Las impresoras láser color están alcanzando todo tipo de ámbitos dentro de la empresa, desde las más altos niveles de requerimientos en entornos departamentales hasta los pequeños grupos de trabajo o ambientes SOHO (Small Office – Home Office), donde se demanda un dispositivo sencillo de manejar, de reducidas dimensiones y peso, con un nivel adecuado en cuanto a prestaciones y rendimiento, y con un coste de adquisición bajo, que sea capaz de demostrar los “beneficios” de cambiar la típica láser monocromo por un sistema de impresión a color.
La tremenda evolución que está desarrollando la tecnología láser color está demostrando que este tipo de dispositivos ya no son específicos de la gran empresa o entornos muy verticales como el mercado de las artes gráficos o el diseño. Aunque estas impresoras se están expandiendo hacia todo tipo de entornos, es todavía complicada que en la pequeña empresa o en ámbitos departamentales se produzca la tan anunciada sustitución de las impresoras monocromo por las nuevas de color.
Los fabricantes sí han apostado de forma rotunda por ello, a través de productos como los que aquí vamos a presentar. Se trata de soluciones que podríamos denominar como de “gama de entrada”, específicamente pensadas para entornos de pequeños grupos de trabajo, SOHO o incluso ambientes personales, que buscan algo más de lo que les pueden ofrecer la tecnología de inyección de tinta.
Las soluciones que aquí hemos prestando ofrecen un exterior compacto, pensado para que sean instaladas en prácticamente cualquier ubicación. Además, presentan otras características como la sencillez de manejo e instalación, o el sistema utilizado para el intercambio de los consumibles, que debería poder realizarlo cualquier persona de la organización, sin tener en cuenta sus conocimiento o experiencia en el manejo de este tipo de dispositivos.
El rendimiento
También resultará especialmente importante el tema del rendimiento. Aunque en este tipo de entornos no se busca una solución especialmente potente, si se requiere un dispositivo que sea capaz de trabajar con fluidez en la impresión monocromo, que será la que más uso se le de. Y que, además de esto, sea capaz de aportar un nivel adecuado de prestaciones cuando se trata de trabajar en color, incluyendo también unos costes de impresión más asequibles que los que nos puede ofrecer la tecnología de inyección de tinta.
Eso sí, lógicamente estamos ante dispositivos “sencillos” en cuanto a sus funcionalidades adicionales. En la mayoría de los casos se tratará de impresoras basadas en host, sin posibilidad de instalar siquiera una unidad dúplex opcional para la impresión a doble cara o un disco duro interno que nos permita características como la impresión confidencial, el almacenamiento y gestión de trabajos, etc.