Basado también en tecnología DLP, con tres elementos de 0,65”, el modelo DW 325 de LGE también se distingue por el empleo de una rueda de color de cinco segmentos, frente a la más clásica de tres colores, RGB más del blanco. La adición de un segmento para el amarillo hace que se logre más riqueza de colores, logrando tonos más naturales sin necesidad de complicar la electrónica ni el control.
Su formato nativo es de 1.280 por 768 puntos con un brillo de 2.500 lúmenes que parece casi excesivo para su lámpara, aunque ésta es de 200 vatios, y el valor de contraste indicado en el manual es de 2.500:1 lo que también parece un valor elevado a la vista de lo que indican el resto de fabricantes.
A esto se unen la tecnología Brilliant Color que mejora el brillo para los colores que no están formados con los colores primarios y que, por lo tanto, requieren mayor combinación de éstos, pero atenuados, con lo que pierden en brillo en la proyección. El sistema realza los medios tonos y atenúa ligeramente los colores primarios, para lograr una mayor homogeneidad. El proyector cuenta también con un administrador de colores, Color Manager, para guardar los ajustes de color del usuario. Esto permite que cada usuario almacene sus preferencias en los ajustes de colorido y adapte el sistema de presentación.
Bien diseñado para ser transportado, el LGE DW 325 tiene un formato físico agradable y en el cual toda la óptica está colocada de forma que no sobresalga. Esto protege la parte óptica frente a golpes en alguna parte sobresaliente del equipo. Su cómodo panel de control, en la parte superior, da acceso rápido a las principales funciones del videoproyector, para realizar ajustes de todo tipo. El ajuste de enfoque es manual, con zoom óptico de 1,2x y facilita la adaptación a las condiciones de presentación necesarias.
Con esta óptica el LGE DW 325 es capaz de presentar la imagen a distancias entre 1,5 y 10 metros, creando una imagen cuyo tamaño oscila, respectivamente, entre 1,14 y 7,62 metros de diagonal. Valores más que suficientes para sala de tamaño pequeño e incluso medio. El sistema de audio integrado es un poco escaso, ya que sólo aporta un vatio de potencia.
En cuanto a conectividad, este modelo incluye un conjunto limitado, debido principalmente a su reducido tamaño. Por ello cuenta con la clásica entrada RGB, incluyendo un cable RGB con el equipo, así como RCA para vídeo compuesto y S-Video, lo que constituye un equipamiento básico para este tipo de proyectores. Además, también lleva una entrada de audio y toma USB.
De cara a aumentar la longevidad de la lámpara, de 100 vatios, que tiene una vida estimada de unas 2.000 horas en modo normal de operación, que aumentan a 3.000 horas en modo económico, la función Auto Power Off desactiva la lámpara de forma rápida. Los valores predeterminados son de 12 segundos para alcanzar la presentación a máximo brillo, y en apenas 10 segundos es capaz de pasar a la situación de apagado.