De la mano de este fabricante coreano nos ha llegado este interesante modelo, en el que se combinan de forma muy inteligente aspectos como el diseño exterior, así como las prestaciones necesarias para garantizar una excelente calidad de imagen. Aunque el modelo que ha presentado a esta comparativa tiene un tamaño de 22”, están disponible también tamaños de 19” y de 20”, con unos precios orientativos en torno a 215€ y 240€ respectivamente.
Para empezar, estamos ante un monitor TFT con una pantalla de 22” de diagonal, en la que se puede trabajar a una resolución óptima de 1680×1050 (WSXGA+) en formato panorámico.
El exterior de este SyncMaster T220 es, seguramente, una de las características que más llama la atención. Su diseño es realmente atractivo, contando con una peana fija en color negro brillante y una carcasa que combina de forma singular los colores rojo y negro. Otro detalle interesante es el botón de encendido, de tipo táctil y que aparece perfectamente mimetizado en la zona frontal de la carcasa.
Pero, además de esto, la calidad de imagen que es capaz de ofrecer este dispositivo es muy elevada, ideal para su uso tanto en entornos de oficina o el hogar, pero también en segmentos con mayores necesidades en este aspecto, como el mercado del diseño gráfico, etc. Entre sus características técnicas podemos destacar su nivel de brillo de 300 cd/m2, su ratio de contraste de hasta 20000:1 (contraste dinámico), y sus excelentes prestaciones en cuanto a tiempo de respuesta (2 ms) para ofrecer un excelente nivel de prestaciones en la reproducción de imágenes en movimiento.
Otros datos que podemos destacar son su ángulo de visión más que adecuado (170º en horizontal y 160º en vertical), o sus reducidas dimensiones y peso, teniendo en cuenta que se trata de un monitor de 22”. También es necesario hacer notas sus reducidos niveles de consumo eléctrico, algo que se va teniendo cada vez más en cuenta tanto por los fabricantes como por los consumidores.
En el lateral derecho encontramos una serie de botones que ofrecen acceso al apartado de configuración a través del clásico menú OSD en pantalla. Entre las posibilidades disponibles encontramos las más clásicas para el control de brillo o el contraste, la posición, etc. Pero también podemos hacer uso de funcionalidades diferenciadoras como es el caso del sistema MagicColor o MagicBright.
El primero de ellos permite ajustar la imagen para optimizar los valores de tinte y saturación y ofrecer imágenes más vivas o con tonos más naturales. Existe además un modo demo que permite comparar los resultados. En cuanto a MagicBright, funciona como sistema de perfiles, con modos personalizados específicos para la reproducción de texto, la navegación por Internet, Juegos, Deporte, Película, etc.
Además, también contaremos con una tecla personalizada, para definir un ajuste específico sin necesidad de pasar por todo el sistema de menús, y la clásica tecla para el ajuste automático, haciendo que el monitor seleccione de forma desatendida los parámetros ideales para una óptima reproducción.
Por último, debemos también mencionar que su nivel de ergonomía es mejorable, ya que no cuenta con la función de giro sobre su eje, aunque esto no tendrá una especial importancia para muchos usuarios.