Uno de los sectores que lleva ya tiempo apostando por la digitalización es el de la banca. El sector bancario está sometido a una serie de normativas para proteger a sus clientes y a sus datos, de tal forma que, por ejemplo, la directiva PSD2 estableció que el propietario de los datos es el propio cliente. Desde entonces ha aparecido el concepto de Open Banking, por el que se permite el intercambio de información dentro del sistema financiero. Es decir, los datos son uno de los elementos fundamentales en esta nueva era de la banca y por ello, la seguridad de los datos de los clientes es un factor muy importante en la política de cualquier entidad financiera.
Un 76% de los bancos señala que la seguridad de los datos de los clientes es su principal preocupación mientras otro 76% apunta a la privacidad del cliente
Sin embargo, y según se desprende del informe Informe Mundial de Fintech 2019, publicado por Capgemini y Efma, se señala que, el movimiento Open Banking o banca abierta no ha alcanzado todavía su madurez y en él los bancos se muestran preocupados por la seguridad de los datos de los clientes. Según el estudio, privacidad, seguridad y colaboración son las tres áreas de preocupación que pueden ralentizar el progreso del Open Banking y todo ello a pesar de que tanto bancos como fintech afirman que entienden la importancia de la colaboración. Así, cuando se les preguntó a los encuestados qué les preocupa de la banca abierta, la inmensa mayoría de la banca, un 76%, señala la seguridad de los datos, otros 76% apunta a la privacidad del cliente mientras que un 63% de las entidades considera que el mayor riesgo viene de la pérdida de control de los datos de los clientes (63%).
En el caso de las fintech, éstas se muestran más optimistas acerca del modelo de banca abierta, aunque la mitad de todas ellas expresa su temor por las cuestiones de seguridad y privacidad mientras que un 38% lo hace por la pérdida de control de los datos de los clientes.
Colaboración efectiva
En cuanto a los obstáculos para lograr una colaboración efectiva, el 66% de los bancos y el 70% de las fintech señalan la diferencia de la cultura o la mentalidad organizativa, el 52% de los bancos y el 70% de las tecnológicas mencionan barreras en procesos, y la falta de visión y objetivos a largo plazo son señalados por un 54% y un 60%, respectivamente. Solo el 26% de los directivos de bancos y el 43% de los responsables de fintech consideran haber encontrado al socio de colaboración adecuado para la aplicación de la banca abierta. Estas respuestas indican que numerosas entidades tradicionales y tecnológicas siguen sin estar preparadas para el modelo de banca abierta, y menos aún para la creciente demanda de intercambio de datos e integración que requerirá el nuevo modelo de Open X.