La crisis y la globalización intensificará y acelerará el fenómeno de las deslocalizaciones y compras de materiales directos en países de bajo coste, según se desprende del estudio “La cadena de suministro inteligente del futuro”, realizado por IBM. Este informe se ha hecho a partir de una encuesta a 400 directivos de todo el mundo donde se les ha preguntado cuáles son los retos que deben abordar para obtener una cadena de suministro inteligente. La cadena de suministro en las organizaciones abarca todas las actividades que van desde la compra de materiales directos, las operaciones/producción, aprovisionamiento, logística, transporte y ciclo de vida del producto, incluyendo la estrategia, la planificación y las tecnologías que permiten gestionar todos estos procesos.
Las empresas encuestadas señalan que para lograr una cadena de suministro “inteligente” necesitan continuar adaptándose al fenómeno de la globalización. Concretamente, prevén que durante los próximos tres años los procesos de producción y compras se podrían reducir en Europa Occidental en un 30% y en Estados Unidos en un 15%, para desplazarse a Asia y Europa del Este. Estas dos últimas regiones verían incrementada su capacidad productiva y de compras en un 61% y un 43%, respectivamente. El informe desvela que este proceso de deslocalización iniciado hace años no ha conseguido que se redujeran los costes en la medida prevista, según las compañías participantes.
Aún así, el sentimiento general de estas empresas es que las ventajas de la globalización han superado a los objetivos no alcanzados. Cuándo se les ha preguntado por el impacto de las deslocalizaciones en sus negocios, el 41% de las empresas encuestadas ha coincidido en que el efecto más positivo ha sido “el aumento de ventas”, seguido de “la mejora de sus márgenes y “la mejora del rendimiento general”. Entre los efectos negativos, un 43% ha destacado “el aumento de los plazos de entrega”, seguido del “descenso de los niveles de servicio al cliente” y “la menor calidad”.
Estos efectos negativos han provocado que las organizaciones no siempre cumplieran con sus objetivos de reducción de costes, lo que indica que, para conseguir una cadena de suministro “inteligente” aún tienen un importante espacio de mejora para adaptarse a la globalización.
Además del reto de la globalización, los directores de la cadena de suministro destacan los siguientes desafíos en la construcción de una cadena de suministro “inteligente”:
Visibilidad de la cadena de suministro
Según un 70% de las compañías encuestadas, el mayor reto que tienen por delante es mejorar la visibilidad, no solo interna (de sus operaciones, logística, etc…), sino también la visibilidad externa de la actividad que mantienen con su red de compañías socias o “partners” (subcontratistas, proveedores, socios tecnológicos..etc). Contar con la adecuada información, completa y a tiempo (tanto interna como externa) es un elemento estratégico a la hora de tomar decisiones acertadas. A pesar de que la visibilidad sea su mayor reto, las empresas encuestadas afirman que su actividad se centra en conseguir otros objetivos, como la mejora de procesos o la reducción de costes. Además, los directivos encuestados señalan varios impedimentos para obtener esta visibilidad, como son las barreras departamentales o unos sistemas retributivos que no fomentan o premian la colaboración.
La encuesta desvela que las empresas participantes con mejores resultados económicos sí están poniendo en práctica programas de colaboración que mejoren la visibilidad, como la planificación conjunta con proveedores o el reaprovisionamiento continuo entre proveedor y cliente.
Gestión del riesgo
La gestión del riesgo ha dejado de ser patrimonio exclusivo del director financiero para estar también en la agenda de los gestores de la cadena de suministro. Según el 60% de las compañías encuestadas, el riesgo operacional es una preocupación cada vez mayor, lo que le posiciona en el segundo de sus retos. Se entiende por riesgo operacional a cualquier evento que interrumpa la cadena de suministro. Sin embargo, solo el 38% de las organizaciones encuestadas cuenta con indicadores que alerten anticipadamente de posibles riesgos para que las empresas puedan poner en marcha planes de contingencia antes incluso de que se produzca la interrupción en la cadena.
El estudio desvela nuevamente que aquellas empresas con más éxito han planificado su cadena de suministro teniendo en cuenta los posibles riesgos y han desarrollado planes de contingencia para mantener su actividad en todo momento.
Clientes más exigentes
El tercer reto al que aluden las compañías encuestadas es lograr adaptarse a las necesidades de unos clientes cada vez más exigentes. Sin embargo, la encuesta desvela que las empresas se orientan más a sus proveedores que a sus clientes: sólo el 47% de las compañías preguntadas planifica su cadena de suministro escuchando las necesidades de sus clientes, mientras que el 80% diseña sus productos conjuntamente con sus proveedores. Nuevamente, el informe demuestra que aquellas compañías con mejores resultados económicos “escuchan” al cliente durante todo el ciclo de vida del producto: desde su concepción hasta su entrega.
Contención de costes
Se trata del cuarto reto, según la clasificación de las organizaciones entrevistadas. Sin embargo, es la actividad en la que la mayoría (69%) de los directivos se está centrando para contribuir al objetivo general de sus empresas. La reducción de costes es, desde siempre, un imperativo en la gestión de la cadena de suministro, pero con la crisis se ha intensificado mucho más.
Por otro lado, la encuesta desvela que aquellas empresas participantes con mejores resultados económicos no sólo están centradas en controlar y reducir los costes de su cadena de suministro sino que también han creado una estructura de costes variables a través del outsourcing de sus principales procesos (producción, transporte, logística..etc). Esta estructura variable les permite adaptar rápidamente sus cadenas de suministro tanto a los momentos de crisis como a los de crecimiento económico. I