La revolución de la inteligencia artificial (IA) continúa irrumpiendo con fuerza, tanto en la sociedad como en el ecosistema empresarial. Concretamente, el ChatGPT, y sus diferentes iteraciones, es el sistema que ha impactado al público en mayor medida, suscitando fanatismos a la par que oponentes mientras las grandes corporaciones tecnológicas integran esta tecnología en sus soluciones. Y es que, el amplio alcance de la herramienta puede entrañar riesgos potenciales que muchos usuarios desconocen.
Ante el creciente uso y desarrollo de herramientas basadas en la IA, el equipo de expertos de DAS Seguros ha analizado estos modelos, y en concreto, el novedoso ChatGPT, con el fin de advertir sobre su uso inapropiado y los riesgos legales a los que se expondrían las empresas.
El ChatGPT (Generative Pretrained Transformer) es un prototipo de chatbot de inteligencia artificial desarrollado por la compañía OpenAI con capacidad de responder a preguntas y mantener conversaciones o generar materiales en tiempo real, dando respuesta en cuestión de segundos. El modelo de lenguaje utilizado permite que éste continúe aprendiendo a través de la interacción de los usuarios, quedando registrada toda la información que se aporte. Esto supone un riesgo implícito, especialmente para las organizaciones que hacen uso de esta herramienta.
ChatGPT supone un riesgo implícito, especialmente para las organizaciones que hacen uso de esta herramienta
Aunque actualmente se desconoce si la información almacenada puede ser accesible para otros usuarios a través de nuevas consultas, compartir información interna o confidencial podría conllevar graves consecuencias para las organizaciones. Entre los diversos riesgos de seguridad y privacidad que esta herramienta podría comportar, los expertos de DAS destacan la protección de datos, los derechos de autor y la propiedad intelectual: “Estos sistemas se nutren de todo tipo de contenidos publicados en Internet sin contrastar y sin citar a las fuentes. Esto no sólo puede generar desinformación, sino que puede exponer a las empresas ante reclamaciones por competencia desleal o fraude empresarial”, señala Natalia Mañas, abogada especialista del Centro de Asistencia Jurídica de DAS Seguros.