Cuando las ventas de una empresa fluctúan estacionalmente, puede ser muy complicado mantener garantizar la tesorería para la viabilidad del negocio. Algunas estrategias basadas en la colaboración, la comunicación o la mejora de los procesos pueden mejorar el flujo de caja. Especialmente, en los períodos en los que se ralentizan las ventas por problemas estacionales o coyunturales.
Datisa propone a las pymes cuatro estrategias con las que combatir la debilidad de su liquidez en momentos complejos.
Cuatro estrategias para que la pyme garantice su tesorería
1. Negociar un acuerdo de pago variable con proveedores
Negociar con sus proveedores un acuerdo de pago más flexible que varíe según la época del año. Y, así, adaptar los pagos en función de la actividad económica del negocio. Esta fórmula es particularmente interesante para empresas muy vinculadas a la estacionalidad. O para situaciones coyunturales que pueden afectar, gravemente, la actividad del negocio, durante un período de tiempo concreto.
La clave del éxito de este modelo, explican desde Datisa, es la reciprocidad. Es decir, implantar la flexibilidad bidireccional. De forma que la empresa pueda también recortar los tiempos de pago a los proveedores si estos lo solicitan para hacer frente a sus propios picos de ralentización. Para garantizar que esta flexibilidad es posible, las pymes deberán apoyar sus procesos de cobros y pagos en un ERP financiero. El software aportará la información actualizada sobre la viabilidad del cambio. Y, establecerá los nuevos workflow de cobros y pagos, garantizando la rentabilidad en ambos sentidos.
2. Ahorrar en los momentos de mayor actividad
Guardar una reserva de efectivo puede cambiar el rumbo del negocio en épocas “de vacas flacas”. El tamaño de este colchón económico puede variar. Pero como regla general, el equivalente a entre tres y seis meses de costes operativos, puede ser la clave. Ni qué decir tiene que cuánto más grande sea la reserva, más seguridad aportará al negocio.
3. Comprar existencias durante los periodos de máxima actividad
Planificar la compra de existencias cuando el negocio está a pleno rendimiento, puede ser también una buena idea. Fundamentalmente, porque, por lo general, estos períodos coinciden con una tesorería fuerte. Comprar cuando los niveles de tesorería son buenos permite ahorrar dinero mediante descuentos en pedidos grandes. Además, permitirá a la empresa ahorrar también en gastos de envío y transporte. Negociar con proveedores, fabricantes y transportistas ayudará a conseguir mejores precios.
Ahora bien, para aprovechar al máximo los posibles descuentos por compras mayores, hay que tener claras las necesidades de la organización a futuro. Y, también, la organización del espacio en el almacén, si se tiene. O el coste de almacenamiento, si se utilizan instalaciones de terceros. Utilizar un ERP que permita hacer simulaciones y previsiones de ventas, en función de los datos históricos ayudará a ir sobre seguro en un proceso comercial de largo recorrido.
4. Simplificar los procesos para aumentar la eficacia
A largo plazo, los procesos más sencillos ahorran tiempo y dinero. Deshacerse de programas informáticos innecesarios, encontrar una forma de trabajar mejor, por ejemplo, simplificando el proceso de cobros y pagos, o automatizar procesos, pueden ser la clave.
Con estas recomendaciones, las pymes podrán mantener un flujo de caja constante, a pesar de las fluctuaciones estacionales. Y, al mismo tiempo, seguir siendo operativas, impulsando el crecimiento de su negocio.