En España cada vez se utilizan más servicios en la nube. Dada la reducción de costes que supone y sus posibilidades de negocio, son las empresas las mayores beneficiarias de las tecnologías de cloud computing. Sin embargo, surgen dudas sobre si la infraestructura de red con la que cuentan actualmente será capaz de soportar el aumento de demanda que requieren estas tecnologías. Por ello, Ciena, la compañía especialista en redes, analiza cómo detrás de esta migración de las empresas está la promesa de un ancho de banda rentable y una escalabilidad elástica que sólo puede ofrecerse a través de una infraestructura robusta.
Según un estudio de CB Consulting realizado a más de 400 compañías nacionales, casi dos tercios de las empresas españolas usará cloud computing para el año 2014. En el caso de las grandes empresas, la nube alcanzará a un 83,2%. Al mismo tiempo, dicho estudio demuestra que las administraciones públicas han tomado buena nota y un 97,6% de las instituciones tiene alguna aplicación en modo cloud, siendo el sector financiero el que más ha apostado por estas tecnologías. A finales de 2014, el 100% de las entidades financieras encuestadas usará el cloud computing.
Todo esto supondrá un incremento en la demanda de ancho de banda muy significativo. Para hacer frente a tal cantidad de datos sensibles de las empresas, los operadores deberán contar con unas redes de alta capacidad que sean flexibles, seguras y resistentes. Dichas características son necesarias para poder hacer frente al continuo crecimiento de la demanda y los nuevos servicios tecnológicos que seguro surgirán en el futuro.
La transformación tecnológica de industrias clave como el sector financiero, el de seguridad o el de la medicina y la digitalización de sus servicios conllevan un gran aumento en los requerimientos de almacenamiento. Esto repercute en la infraestructura basada en la nube, dado que las empresas buscan enfoques más rentables y dinámicos para cumplir con sus requerimientos de ancho de banda. Sin embargo, este modelo sólo puede tener éxito si las empresas pueden confiar en la transferencia de su información a la nube. La infraestructura subyacente necesita por tanto cumplir tres requerimientos vitales: seguridad, flexibilidad y resistencia.
En este sentido, Ciena recomienda para la nube una infraestructura inteligente y robusta que proporcione unos requerimientos de ancho de banda rentables y una escalabilidad elástica. Supone la mayor garantía para que empresas y usuarios puedan disfrutar de los mejores servicios que las tecnologías Cloud les ponen a disposición ahora y les podrá proporcionar en el futuro.
La seguridad es el otro factor fundamental para las empresas de sectores clave. Salvaguardar la información confidencial y la propiedad intelectual de las compañías es crítico. Hoy en día, existen múltiples amenazas de extracción o modificación de la información por hackers o elementos maliciosos. Los recientes hackeos de instituciones oficiales y de grandes compañías prueban que nadie está a salvo.
«Las soluciones planteadas para evitarlo generalmente consisten en una encriptación de datos que se limita al entorno virtualizado; pero esto es insuficiente», indica José Manuel Pastrana, Country Manager de Ciena en España. «Asegurar los datos en un entorno virtualizado mientras se utiliza una red insegura es como cerrar las ventanas de una casa y dejar la puerta abierta. Las soluciones más adecuadas pasan por la encriptación en las propias redes. Pero el problema es que algunas de estas soluciones pueden suponer menor velocidad y mayor latencia en los datos. Esto es muy importante para sectores como el financiero. En estos casos, los retardos causados por el impacto de la latencia pueden suponer pérdidas graves. Afortunadamente, las soluciones de Ciena causan un impacto mínimo en este sentido».
