La otrora poderosa y revolucionaria Palm no está pasando por su mejor momento. Los continuos rumores sobre su posible venta, unido a la falta de evolución tecnológica de sus productos, que ya no pueden competir en prestaciones con sus «enemigos» de Nokia o Blackberry, están causando un daño importante a la empresa. Las noticias no confirmadas que corrieron a lo largo del pasado año, que la situaban en la órbita primero de Apple y luego de Nokia, no se desvanecen del todo. Otro tanto le ocurre a Motorola, que no acaba de conseguir modelos que puedan hacer “daño” a la todopoderosa Nokia. Ayer mismo algunos medios comentaban que la compañía estudia la posibilidad de desprenderse de esta división de telefonía.
Filiales como la española de Palm, que están trabajando duro por mantener el prestigio de la marca, chocan en los últimos tiempos con la falta de recursos disponibles o la propia carencia de Smartphones suficientemente competitivos. Terminales como los Treo, con un concepto inmejorable, en la práctica no han logrado mantener la fidelidad tradicional del usuario de Palm por su tambaleante fiabilidad. Motorola, por su parte, en España no se puede decir que haya destacado por la brillantez de sus acciones de marketing: siempre ha ido a remolque de sus adversarios y con escasa imaginación.
Palm ha filtrado que está preparando el lanzamiento de nuevos productos, pero no se sabe a ciencia cierta cuándo estarán realmente disponibles (tal vez la semana que viene en Barcelona). Además, otros foros de Internet desvelan prestaciones de estos próximos terminales (uno de ellos se denominará 800w) que no ayudan (por la carencia de prestaciones realmente atractivas) a pensar a que la compañía vaya a disponer de armas reales para competir en este complicado mercado. Motorola también prepara nuevos productos, pero, como decíamos, ha dejado de encantar a un público que años atrás esperaba sus novedades como agua de mayo.
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Editorial Diario Informático.))
