Pablo, ¿qué entiendes por grandes empresas tecnológicas?

Ayer Pablo Iglesias presentó en Madrid los «presupuestos de la gente» que no son más que la espada que tiene a Pedro Sánchez contra la pared. Básicamente, se trata de conseguir 10.500 millones de euros para poder sufragar el «Estado del bienestar». En realidad hay que agradecerle a Iglesias que, por primera vez, un político manifieste que ese gasto social solo se puede conseguir subiendo impuestos. Esto es algo que no gusta a la gente. La otra alternativa es reducir prestaciones y servicios públicos. Esto tampoco gusta a la gente. La política no es otra cosa que tomar decisiones y en este caso, sólo hay dos alternativas, así que está bien que alguien empiece a explicar que si se quieren mantener las pensiones o la sanidad pública es necesario subir, y mucho, los impuestos. Si se pretende bajarlos, la alternativa es gastar menos, mucho menos, en pensiones, sanidad, infraestructuras, etc.

Pero Iglesias no dice toda la verdad. Con el ánimo de conseguir la masa de votos que se le escapa por la izquierda, saca a relucir todo el decálogo populista que se podría resumir en: «subimos los impuestos a todos y todas, menos a usted. Se los vamos a subir a los bancos, a los que ganen mucho, a la Iglesia, a las grandes corporaciones, a los poderosos y sí, también a las grandes empresas tecnológicas». Lo que no cuenta Iglesias es que esa gran subida de impuestos, repercutirá a todos y todas a los que no se los va a subir. Es decir, son esa gente, la gente, la que acabará pagando esa subida a través de un mayor desempleo o mediante un incremento de los productos y servicios que compren. ¿Se acuerdan quién asumió el aumento del IVA del cine?

Lo más llamativo, es la creación de una tasa impositiva del 3% de su facturación a aquellas grandes empresas digitales que facturen más de 750 millones de euros al año. Pablo, dime, ¿de qué facturación hablas? De la que declaran en España o de la que declaran en Irlanda. Porque por ejemplo, Google, en España, solo factura 92 millones de euros. Microsoft, por su parte, declara una facturación en España de 180 millones. Puedo seguir, la lista es larga. Es decir, estas empresas no son «grandes empresas digitales» son unas simples pymes a los que tu tasa no va a afectar. A lo mejor, sería más conveniente que esas compañías pagasen el impuesto de sociedades en el lugar en el que les corresponde. Seguramente, los ingresos serían mayores que con tu novedosa tasa.

Así que Pablo, dime, ¿qué son grandes empresas digitales para ti? ¿Telefónica, quizá? Esa ha pagado el año pasado más de 2.700 millones en impuestos. ¿Indra? 34 millones, lo que sitúa su tasa impositiva en un 21%. También puedo seguir. Y, Pablo, una última cuestión. Dime. ¿Cómo consideramos a El Corte Inglés o a Inditex? ¿Son digitales o son empresas textiles?

Si a esas empresas que declaran lo que facturan y pagan los impuestos correspondientes por ello, les cobras un 3% más, ¿sabes lo que conseguirás, Pablo? Algo tan sencillo como que no contraten a más personas, porque se lo lleva tu tasa para las malignas empresas digitales, algunas incluso pondrán en marcha EREs y no dudo que tu estarás en primera línea de «manifa» defendiendo a los pobres trabajadores… esos que han sido despedidos porque a ti se te ocurrió imponer una absurda tasa para las grandes empresas digitales. El resto, es decir, aquellos que sigan manteniendo sus puestos de trabajo, pagarán un poco más por el pantalón que compren o por su tarifa de datos.

Y  mientras tanto, tendrás que volver a decirle a Sánchez que vuelva a subir impuestos, y de paso dar otro empujón más para que el sector TIC de este país, siga sin despegar. Un sindiós, en fin.