La neurociberseguridad puede ser la respuesta a los ciberataques. Las empresas invierten millones de euros en herramientas de encriptación o de monitorización para evitar ser víctimas de ciberdelitos, pero descuidan una importante puerta de entrada a los hackers, el elemento humano, que se puede manipular psicológicamente para lanzar un ciberataque.
Para alcanzar un nivel en ciberseguridad óptimo, es necesario reducir la vulnerabilidad que encarna cada elemento humano en las organizaciones, y esto solo es posible con una formación adecuada. Según explica María Laura Mosqueda, CEO de TechHeroX, “hay que buscar nuevas formas de empoderar a los profesionales a través del autoconocimiento, cambiando la percepción de que las personas somos el eslabón más débil en ciberseguridad”. Para ello, la startup edTech fundada por Mosqueda busca la manera más eficiente que tiene el cerebro de aprender y almacenar información, por ejemplo, a través de historias. “También incorporamos una dimensión social, humana y síncrona en las formaciones, introduciendo la tecnología para facilitar la interacción humana. Gracias a ello, en nuestros webinars podemos revelar qué hay detrás de los ciberataques”.
La experta en formación en ciberseguridad cree que, estableciendo un diálogo entre la neurociencia, a través de los procesos cognitivos, y la seguridad en el ámbito digital, se puede explicar y entender mejor de dónde proviene el éxito de los ciberataques. “Los hackers han aprendido a manipular lo que los humanos vemos, escuchamos y sentimos, transformando nuestros recuerdos y alterando nuestras decisiones”.
¿Por qué el cerebro es tomado por sorpresa ante un ciberataque? La neurociberseguridad tiene la respuesta y las herramientas para evitarlo. Un hacker puede controlar la atención, manipular la percepción y memoria sin que la víctima sea consciente de ello. Por ejemplo, cuando un usuario hace clic en un enlace malicioso o envía una transferencia sin cuestionarse nada, ha sido víctima claramente de una manipulación. “Para evitarlo, podemos aprender a diferenciar entre la realidad y lo que los hackers quieren que veamos e intentan que pase desapercibido para realizar las maniobras necesarias y llevar a cabo con éxito el ciberataque”, explica María Laura Mosqueda.
¿Por qué el cerebro es tomado por sorpresa ante un ciberataque? La neurociberseguridad tiene la respuesta y las herramientas para evitarlo
El cerebro desarrolla estrategias efectivas, como construir una ilusión de continuidad o anticipar acontecimientos, para sortear peligros o amenazas. “Son herencia de experiencias en la Sabana: no hace falta haber visto un león para correr en la dirección opuesta si escuchamos su rugido”, aclara la fundadora de TechHeroX, que explica que estos algoritmos mentales pueden funcionar en el mundo digital para conseguir una reacción instintiva para protegernos de las ciberamenazas. “El cerebro de cada posible víctima se encarga de construir la realidad con datos incompletos, y gracias al contexto y a un catálogo propio de experiencias, completa imágenes, elabora emociones, toma decisiones ante un ciberataque e incluso categoriza personas. Esto es neurociberseguridad”.
El cerebro tiene fallos y atajos que los ciberdelincuentes usan para atacar. Por ejemplo, utilizan señuelos relacionados con temas de actualidad, como la pandemia o la declaración de la Renta. Un exceso de confianza o el famoso “eso no me va a pasar nunca a mí” hacen el resto. “Ante esta situación, si los ciberataques evolucionan, los humanos también debemos hacerlo, o al menos ser conscientes de los atajos mentales y rasgos de nuestra personalidad que nos hacen vulnerables, para saber cómo estar preparados”, concluye María Laura Mosqueda, que cree que la formación abordada desde el punto de vista de la neurociberseguridad es un enfoque diferente para intentar resolver uno de los grandes problemas de la era digital: los ciberataques.