Los llamados nómadas digitales son un segmento de la población que gana fuerza cada día. Mientras que muchos de nosotros hemos vivido el último año parapetados tras una pantalla, los nómadas digitales han estado trabajando y gestionando sus empresas desde cualquier extremo del mundo. A los nómadas digitales no les limita la ubicación de su lugar de trabajo; solo buscan espacios desde donde poder conectarse a Internet de forma segura y con flexibilidad de acceso a su entorno laboral, disfrutando de la vida en nuevos lugares y culturas, mientras generan ingresos como si estuvieran en un entorno de oficina tradicional. La tecnología actual ha permitido la implantación de este modelo de trabajo, que se realiza “en cualquier momento y desde cualquier lugar”, un modelo que ha calado con fuerza en la generación actual.
La tecnología está detrás de la implantación y el éxito de este movimiento de nómadas digitales, profesionales que desarrollan su función en un entorno de trabajo nómada, que surgió en parte como consecuencia de la pandemia. Dada su estrecha vinculación con la tecnología, quizá no sorprenda que un gran número de nómadas digitales trabaje en el sector de las TI. Ser autosuficiente e independiente al mismo tiempo, es una mezcla atractiva y enriquecedora que para algunos ha pasado a ser una necesidad. Una de mis colegas, Heidi Martin, viaja por Estados Unidos en una autocaravana con su marido, que trabaja como enfermero ambulante, una profesión que llegó a ser crítica para muchos hospitales cuando las UCI se vieron desbordadas por los pacientes con COVID. La ubicación no ha limitado la carrera de Heidi en Ivanti. Es raro que permanezca en un lugar durante mucho tiempo, y ella es tan solo un ejemplo de un grupo cada vez más numeroso de empleados que optan por un modelo de trabajo que les permita realizar su actividad desde cualquier lugar, y conocer mundo mientras tanto.
Los nómadas digitales
Los nómadas digitales son muy parecidos a los empleados remotos tradicionales que trabajan desde diferentes lugares; lo que les diferencia es que los primeros lo hacen mientras viajan por diferentes continentes, en lugar de en su ciudad, mientras mantienen su horario laboral habitual. Se trata de algo diferente a trabajar en vacaciones (algo que no recomiendo hacer). Es todo un estilo de vida, que cada vez más atrae a trabajadores que están familiarizados y se sienten cómodos con la tecnología. Muchos de estos profesionales trabajan en sectores de gran demanda, en continua búsqueda por reclutar el talento. Permitir a los empleados alcanzar la excelencia sin tener en cuenta su ubicación, se está convirtiendo en un requisito obligado para las empresas que buscan atraer y retener a los mejores.
Mi empresa realizó recientemente un estudio entre diferentes segmentos de trabajadores a nivel global, y descubrió (como era de esperar) que sólo el 12% de los encuestados quería volver a la oficina. Es una estadística aleccionadora. No debería sorprender que Apple recibiera el rechazo de sus empleados cuando anunció la vuelta a la oficina, una «vieja normalidad» que pocos están dispuestos a retomar.
La pandemia ha hecho que las empresas compitan, crean y colaboren de más formas y desde más lugares que nunca. Según mi propia experiencia, permitir que los empleados trabajen desde cualquier lugar beneficia también a los empresarios, ya que disponen de una mayor
reserva de talento. Vivo en Nueva Orleans, una comunidad que no es considerada precisamente como el paradigma de la tecnología. Como el huracán Katrina se llevó literalmente el edificio de oficinas donde trabajaba, yo misma me convertí en una empleada remota. Incluso he tenido jefes a los que nunca he conocido en persona, y jamás he considerado que mi ubicación supusiera un límite para mi desarrollo profesional. El movimiento de “nómadas digitales” no es más que el siguiente paso a lo que he disfrutado durante tanto tiempo, y me alegro de que cada vez esté al alcance de más personas.
Una ventaja importante que aportan los nómadas digitales a las empresas, es que muestran un mayor índice de satisfacción laboral
Puesto que tienen acceso a una reserva global de talento, las empresas no se limitan a reclutar el talento local. Al mismo tiempo, hay nuevas y más amplias oportunidades laborales, con más alternativas sobre dónde y cómo los profesionales puedan ofrecer sus capacidades. Hoy en día, los criterios de contratación están cada vez más enfocados en la persona, no en su ubicación. Esto supone un gran cambio con respecto a hace tan solo un año, cuando el lugar de trabajo era un factor importante a la hora de decidir quién formaba parte del equipo.
Conclusión
El lugar de trabajo “en cualquier parte” ha llegado para quedarse. Para los líderes empresariales, el cambio al trabajo remoto ha justificado la reducción de costos en bienes raíces y ha permitido una búsqueda más amplia de talento fuera de su región. Según una investigación de Emergent Research y MBO Partners, el número de estadounidenses que se definen a sí mismos como nómadas digitales aumentó un 49% del 2019 al 2020: de 7,3 millones pasó a 10,9 millones. El mayor incremento tuvo lugar en los puestos de trabajo tradicionales, en contraposición a los autónomos, que rara vez tenían que acudir diariamente a la oficina.
Una ventaja importante que aportan los nómadas digitales a las empresas, es que muestran un mayor índice de satisfacción laboral que otros trabajadores, lo que supone una buena noticia para la retención del talento en el mercado de trabajo actual.
En realidad, los nómadas digitales existen desde hace años, pero un gran número de empresas no dispone formalmente todavía de una política que establezca a quién permite viajar mientras trabaja, o una infraestructura capaz de apoyar el mantenimiento de la seguridad de sus empleados y de la información sensible. Para mantener su competitividad, las empresas necesitan una estructura y unas políticas que sustenten este nuevo modelo de trabajo, algo que requiere invertir en tecnologías que aseguren su propiedad intelectual cuando no es posible conocer de antemano desde qué lugar será posible acceder. Pero, honestamente, esto no es diferente del modelo de trabajo remoto que todos hemos logrado adoptar en los últimos 12-18 meses.
Para una empresa, adoptar el modelo de trabajo que representan los nómadas digitales podría ser la forma de cubrir con éxito sus puestos vacantes. Pero si la organización no dispone de una política que apoye este modelo y que la proteja al mismo tiempo, debería ponerse ya manos a la obra, pues se está convirtiendo en todo un imperativo para mantener la competitividad.
Crystal Miceli. Vicepresidenta Global y jefa de Soluciones y Marketing Técnico. Ivanti.