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El estudio “How to do to do’s” realizado por Kelton Research, a petición de la División de Movilidad de Microsoft, se ha presentado hoy en España. “How to do to do’s” muestra los resultados de una serie de encuestas realizadas en ocho países, analizando una necesidad básica: cómo organizamos nuestra vida.
La conclusión del estudio es muy clara: no importa nuestro origen, sexo, o condición social, todos organizamos nuestra vida a través de listas de quehaceres. De hecho, 3 de cada 4 españoles, al igual que norteamericanos, alemanes e italianos, vivimos pendientes de este tipo de listas y organizamos nuestro día a día a través de, al menos, una lista de tareas.
Una de las formas más tradicionales de anotar esas tareas es la agenda. Este valioso invento nació hace 201 años, y los resultados de este estudio han dejado muy claro que, a pesar del tiempo transcurrido, siguen siendo un elemento muy necesario. Cada día nuestras “agendas” están más completas y nos es más difícil gestionar y compatibilizar el trabajo, los amigos, la familia,… Nuestro ritmo de vida se ha disparado de tal manera que, para muchos, las tradicionales agendas se han quedado obsoletas.
Uno de los elementos que sin duda se ha convertido en heredero natural de las agendas y ha favorecido la implantación de las listas y otras aplicaciones para recordar nuestros quehaceres, es el teléfono móvil. En palabras de David Fernández, Director de la División de Movilidad de Microsoft, “está claro que las personas cada vez utilizan más el teléfono móvil, no sólo para hablar, sino también para que les ayude a organizar su tiempo. En estos momentos la experiencia del PC se traslada al teléfono, ya que con Windows Mobile, los usuarios pueden disfrutar de aplicaciones ya conocidas, como el calendario del Outlook para organizar tareas y así optimizar su tiempo laboral y personal.”
Los métodos para organizarnos se han implantado en nuestra vida cotidiana y han hecho que las listas de tareas, independientemente del tipo que sean, se hayan convertido en elementos imprescindibles.
Así, casi el 40% de los encuestados en nuestro país afirma que más de la mitad de las actividades que realiza en un día están escritas en una lista. Aproximadamente el mismo porcentaje reconoce que alguna vez ha olvidado algo realmente importante tan sólo porque no lo había apuntado. Y hasta un 65% de los encuestados admite sentirse más tranquilo sólo por el hecho de tener sus tareas anotadas de algún modo.
Otros datos que corroboran la fuerte dependencia de los españoles a cualquier tipo de dispositivo que nos permita gestionar nuestro tiempo es que promediamos unas tres horas semanales en hacer, revisar o completar nuestras listas de tareas.
A pesar de que las respuestas obtenidas en nuestro país no varían mucho respecto a las recibidas en países como Japón, Alemania o Reino Unido, algunos de los resultados nacionales han conseguido confirmar, pero también desmentir, muchos de los tópicos acerca de la organización de los españoles:
• Poco productivos. Aunque que vivimos pendientes de las listas, éstas no nos ayudan a ser muy productivos. Según los resultados, sólo completamos el 59% de las tareas programadas, la cifra más baja de todos los países encuestados, y que nos sitúa lejos de los estadounidenses, quienes consiguen finalizar casi el 70% de sus quehaceres.
• Anteponemos el placer al trabajo. El 54% de los españoles admite seleccionar siempre primero las tareas más gratificantes o más fáciles de hacer en lugar de las más importantes o urgentes. Curiosamente en este tema nos aproximamos más a japoneses o británicos que a nuestros vecinos franceses o italianos. Un 75% de estos últimos prefiere empezar su día solucionando las tareas más complicadas.
• Contentos con nuestro rendimiento: Los españoles nos sentimos en general satisfechos con nuestro rendimiento. Consideramos que nuestra semana ha sido productiva completando el 47% de las tareas programadas. No obstante nos situamos a la par de británicos o franceses y bastante por encima de los italianos, que tan sólo necesitan cumplir el 41% de lo apuntado en su lista para sentirse productivos.
• Tan rápidos como los demás: En contra de lo que muchas veces se piensa, los españoles somos tan rápidos a la hora de finalizar nuestras tareas como el resto de europeos, y en muchas ocasiones, bastante más rápidos que los americanos. Según los resultados, tardamos una media de 19 días en finalizar nuestras tareas, mientras que los canadienses promedian 22 días y los peores son los ingleses, con una media de 26 días.
• Paridad de sexos: Los españoles cumplimos con la paridad de sexos, al menos en lo referente a la organización. Tanto españoles como españolas estamos igualados en la gestión de nuestro tiempo y apenas se reflejan diferencias entre hombres y mujeres a la hora de crear tipos de listas, el tiempo que invertimos en ellas o lo útiles que nos resultan. En el extremo contrario se sitúan los estadounidenses y canadienses, quienes reflejan claras diferencias entre hombres y mujeres a la hora de generar diferentes tipos de listas. Así un 60% de las norteamericanas tienen tan sólo una lista, mientras que en los hombres la cifra desciende hasta un 51%. Por su parte los canadienses son mucho más proclives a utilizar listas para tareas a largo plazo, mientras que ellas suelen centrarse mucho más en las actividades que necesitan hacerse de forma inmediata.