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Los CIOs reclaman una movilidad total

Desde los años 90 en los que se predijo que las empresas se internacionalizarían cada vez más rápidamente gracias, entre otras cosas, a la tecnología, hemos visto cómo esto se convertía en una realidad. En estos momentos, un 77% de los negocios planea operar globalmente en dos años, y un 80% de las empresas consideran que la crisis ha sido el catalizador para sus ambiciones y crecimiento internacionales, según un estudio de la compañía Truphone(1). Los beneficios de la internacionalización que manifiestan las empresas son numerosos: incremento de la base de clientes (64%), incremento de los ingresos (42%), reconocimiento de marca (45%) y mayor potencial de alianzas (51%).

En paralelo, la movilidad ha experimentado un desarrollo espectacular que continúa imparable. En 2017 Forrester estima que 2,3 billones de personas tendrán smartphones. Al mismo tiempo, los usuarios, han elevado enormemente sus expectativas con respecto a la experiencia móvil: un 62% espera que los websites tengan versión móvil y un 42% espera que tengan aplicaciones móviles disponibles.

Todo esto supone para las empresas un replanteamiento de sus negocios, ya que la Movilidad les impacta en todos los aspectos del mismo, incluyendo la forma en que interactúan con sus clientes. Las organizaciones deben prepararse para una interacción con el consumidor intensiva, un desarrollo de producto más rápido y mayores necesidades de cumplimiento normativo que en el pasado. Y esto en un contexto internacional implica que las soluciones de Movilidad puedan cruzar las fronteras y proporcionar una experiencia móvil a la altura de lo que exigen los clientes.

I+D para cubrir la brecha entre expectativas del consumidor y comunicaciones móviles internacionales

Con este contexto, una de las principales barreras que encuentran las compañías internacionalizadas, o que prevén serlo en breve, es la calidad y coste de las comunicaciones internacionales, tanto entre sedes de diferentes países como en roaming. A diferencia de los operadores tradicionales, con redes nacionales, productos nacionales y servicios de atención al cliente también nacionales, Truphone ha nacido como una empresa global, con todas las ventajas que esto conlleva para empresas que operan fueran de su país de origen.

Truphone ha construido una infraestructura de red global única en el mundo que reduce las distancias que recorren las llamadas y los datos, mejorando la calidad de las primeras y la velocidad de los datos en los más de 220 países en los que opera. Esta red es fruto de una importante inversión en I+D por parte de Truphone que ha creado y patentado numerosas tecnologías que hacen esto posible.

Una de las últimas patentes concedidas por la Oficina Europea de Patentes a Truphone se refiere a su tecnología “International Mobile Suscriber Identity (IMSI) Broker” que junto a la SIM multinumeración o SIM Multi IMSI y la tecnología “Parachute Box” hacen posible que la red global de Truphone proporcione a los clientes en roaming una calidad de voz y una velocidad en datos similar a la que los usuarios disfrutan en su país de origen, mejorando la experiencia de usuario frente a los principales operadores.

Con la tecnología IMSI Broker de Truphone el usuario puede utilizar su móvil en cualquier parte de mundo y su dispositivo se encargará, automáticamente, de elegir la red que ofrece mejor cobertura, menor coste y mejor velocidad de datos, sin necesidad de que se cambie físicamente la SIM.

El IMSI Broker y una patente más de Truphone, el Smart Caller Line Identification (Smart CLI), se encargan de hacer posible que el usuario disponga de múltiples números internaciones que funcionan como locales, y que la SIM muestre siempre el más adecuado en cada momento, todo de forma transparente para el usuario, que no tiene que hacer nada.

De este modo una empresa española puede facilitar un número americano o alemán o inglés a sus clientes en esos países, y dichos clientes le contactarán en ese número local. Y también los empleados de dicha empresa, cuando viajen a EEUU, Alemania o Reino Unido, comprobarán que, cuando utilizan los datos en dichos países, actualizando una presentación o utilizando una aplicación de la compañía, lo harán a través del número local, con una máxima calidad y velocidad en el uso de datos.

Esta tecnología podría tener incluso un impacto mayor en el Internet de las cosas, ya que la conexión a máquinas como los coches conectados, deben ser capaces de comunicarse en todo el mundo a través de datos sin generar costes de roaming astronómicos.

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