La mayoría de las empresas españolas ve el BYOD como una amenaza creciente para sus negocios. Sin embargo, el porcentaje de empresas que toman medidas para minimizar estos riesgos es relativamente pequeño, según los resultados del último informe sobre “Riesgos globales en seguridad corporativa 2013”, llevada a cabo por expertos analistas de B2B International para Kaspersky Lab, en abril de 2013.
El número de incidentes de seguridad TI relacionados con los smartphones y tablets va en aumento y la mayoría de las empresas no cuenta con planes para limitar el uso de los dispositivos móviles personales en el trabajo. Una de las amenazas más peligrosas para las empresas es la pérdida de datos corporativos. De hecho, según los datos derivados de las empresas de nuestro país, más de la mitad de los incidentes de seguridad TI ocasionados por los empleados con el smartphone o tablet tuvieron como resultado la pérdida de información. El 28% de los esos datos eran críticos para la empresa y el 27% sensibles.
Tener información corporativa en nuestro dispositivo móvil personal es, sin duda, muy práctico y cómodo, pero supone un riesgo considerable para la seguridad de la empresa. El 69% de los encuestados admitió que el BYOD constituye una amenaza creciente para la seguridad de las infraestructuras TI corporativas en España. Además, el 68% de las empresas confirma que no tiene previsto implantar políticas de seguridad para los dispositivos móviles y la mitad de las empresas encuestadas creen que implantar medidas restrictivas sería inútil.
.
Establecer ciertas políticas de seguridad TI sobre el uso de los dispositivos móviles en la empresa podría reducir en gran medida los riesgos de negocio asociados a los smartphones y tablets. Sólo el 50% de las empresas españolas utiliza medidas de seguridad para proteger los dispositivos móviles: el 31% utiliza soluciones antimalware y el 19% soluciones de gestión de dispositivos móviles (MDM).
Las expectativas de futuro en cuanto a prevención de ataques corporativos no son muy esperanzadoras ya que sólo el 32% de los encuestados planea desplegar una política de seguridad de dispositivos móviles en los próximos años y el 17% no tienen en sus previsiones desarrollar una.