“La crisis de verdad está por llegar. 2010 va a ser más complicado todavía que el año que estamos cerrando”. Así de concluyente se mostró el Presidente de Ibermática, José Luis Larrea, en una reunión con un reducido grupo de periodistas, previa a la celebración en San Sebastián del 5º Encuentro anual de Innovación, convocado en esta ocasión bajo el título “La innovación, un código sin secretos”.
Larrea se mostró muy pesimista sobre la situación económica general del país, pero optimista sobre el futuro de Ibermática: “a pesar de lo dicho, nosotros estamos cumpliendo nuestras previsiones; nuestro plan estratégico, que se cumple ahora, lo hemos superado con un resultado positivo y ahora preparamos otro nuevo en el horizonte del 2010-2012”.
Confesó, no obstante, que, si bien la parte orgánica del antiguo plan se ha visto recompensada con el acierto, no se ha cumplido exactamente el programa de adquisiciones, aunque, subrayó, “esto al final nos ha venido bien, porque hemos evitado endeudarnos en un momento que, por la situación económica, hubiera sido perjudicial”.
Con todo, la previsión que tiene la compañía es de cerrar 2009 con un tres o un cuatro por ciento menos de facturación, pero manteniendo el beneficio previsto. “Nuestro plan”, agregó en este sentido, “es, claramente, apostar por la rentabilidad”.
De cara al futuro, Ibermática, en palabras de su Presidente, va a jugar más que nunca con el eje de la competitividad, y una parte de ella tendrá que llegar en aumentar la internacionalización de la compañía, fundamentalmente por el área de Latinoamérica, y que ahora tan sólo supone entre un diez y un doce por ciento de la facturación.
A preguntas de este Diario, Larrea, destacó que no se va a abandonar la idea de adquirir otras empresas, “siempre que la oportunidad sea buena”, comentándose que un buen target son empresas de alrededor de 40 millones de euros.
Finalmente, también a preguntas de los periodistas, José Luis Larrea abogó por un mayor consenso entre los diferentes grupos políticos para sacar adelante una situación económica realmente preocupante.