La transformación digital en la Administración Pública tiene que venir de la mano de las personas. El Observatorio del Sector Público impulsado por Informática El Corte Inglés ha celebrado una nueva reunión de expertos, con el objetivo de debatir sobre la importancia del factor humano en el avance hacia la digitalización de la Administración Pública.
Sobre la mesa de este nuevo encuentro, moderado por Víctor M. Izquierdo Loyola, Presidente del Observatorio del Sector Público, tres grandes cuestiones. La primera, relacionada con los retos a los que se enfrenta el sector público en este campo y cómo el sector privado puede impulsar esta transformación.
Tras identificar alguno de estos retos, como la necesidad de incluir el factor humano en la agenda de la transformación digital; la consideración multidisciplinar de esta transformación, que debe englobar aspectos tecnológicos, culturales y de negocio; o la aceleración del cambio que ha traído la creciente digitalización de la sociedad, los expertos reunidos en la sede de Informática El Corte Inglés han pasado a abordar un segundo bloque de temas relacionados con las distintas fases del ciclo de vida del empleado público, desde su selección, hasta su salida del sistema. Han puesto especial énfasis en la necesidad de impulsar la formación como palanca de la transformación, buscar fórmulas que incrementen la motivación e incorporar nuevos sistemas, por ejemplo, para evaluar el desempeño, con amplio recorrido en el ámbito empresarial. Pero sin olvidar que los ecosistemas de los sectores público y privado son diferentes, por lo que no se trata de copiar miméticamente experiencias que hayan resultado exitosas en otros contextos.
Dos cuestiones adicionales que se han suscitado en esta parte del debate han sido la necesidad de una mayor profesionalización de los directivos públicos, en línea con las previsiones del Estatuto Básico del Empleado Público, así como la necesidad de que las competencias digitales constituyan no sólo un requisito para el acceso a la Administración de todo tipo de profesionales, sino también un ingrediente clave de la formación permanente, ya que nadie puede sustraerse a la transformación digital: la Administración digital forma parte de la Sociedad digital. Esta formación permanente debe acompañarse de experimentación y puesta en práctica de las nuevas herramientas y metodologías de trabajo para afianzar el aprendizaje y la transformación.
La tercera parte del debate ha estado dedicada a los nuevos perfiles profesionales. Los expertos han puesto de manifiesto en este punto que los datos constituyen un gran dinamizador de la transformación digital, si bien no se trataría de introducir la figura del Chief Data Officer en los organigramas administrativos: lo que hace falta es que alguien se ocupe de ellos. Pero lo que más han resaltado los participantes en el debate es en la necesidad de reforzar tanto el espíritu de servicio público como el papel de los empleados innovadores, a los que hay que identificar y estimular, sin que ello tenga porqué hacerse exclusivamente vía aumento de las retribuciones.
Algunas conclusiones relevantes
– Es necesario abordar un plan de choque de competencias digitales para los empleados públicos, tomando como referencia el marco europeo.
– Debemos entender que la transformación digital en la Administración Pública no es algo que afecte exclusivamente a las Unidades TIC, sino que afecta a toda la organización, a la que hay que impulsar globalmente en el marco de un proyecto transversal.
– La transformación de la Administración Pública requiere un verdadero Plan de gestión del cambio, dotado de medios, que dé lugar a un nuevo modelo, en el que prime la agilidad, la cultura innovadora. Tal vez convendría llevar a cabo este cambio a dos velocidades: una para el mundo de las garantías, de la actuación administrativa, siguiendo procedimientos y jerarquías establecidas, y otra para la exploración, la escucha permanente de las necesidades de los ciudadanos, la participación…
– Un nuevo perfil profesional que sería muy útil en esta fase de la digitalización es el que podríamos denominar “dinamizador de la transformación digital”, con una perspectiva transversal, que podría apoyarse en experiencias de otros sectores o de proveedores que hubieran llevado a cabo internamente este proceso.
– La producción de nuevas normas en la Administración Pública puede ser un requisito para abordar los cambios, pero las leyes por sí solas no resuelven los problemas, hay que implementarlas. Y hay que valorar su impacto.