El 51% de los líderes empresariales del sector sanitario europeo cree que, en los tres próximos años, la tecnología será el factor que más impactará en los modelos de negocio de sus organizaciones, pero también muestran cautela, pues opinan que un cambio rápido puede poner en riesgo, en primer lugar, la propia tecnología y, en segundo lugar y lo que es más importante, la I+D. La mayoría (el 71%) opina que las organizaciones sanitarias tendrán que cambiar más rápido durante los tres próximos años si quieren estar preparadas para el futuro, y el 78% admite sentir la presión que conlleva el cambio. Estas conclusiones proceden del estudio de The Economist Intelligence Unit “El reto de la rapidez”, patrocinado por RICOH, en el que se ha entrevistado a directivos de centros hospitalarios, compañías dedicadas a la fabricación de dispositivos médicos y farmacéuticas.
Eduard Farga, Director de Marketing y Desarrollo de Negocio de RICOH España, afirma: “Los líderes del sector sanitario son conscientes de que aún hay mucho por hacer y que necesitan acelerar la adopción del cambio. El plan de acción eHealth de la Comisión Europea incluye numerosas áreas en las que el cambio es necesario: desde los derechos de los pacientes en un modelo de sanidad que cruza fronteras hasta la financiación de una I+D avanzada, pasando por garantizar internacionalmente la compatibilidad de los sistemas de historias clínicas digitales. Pero, ¿por dónde pueden empezar el cambio para asegurar la protección de la I+D?”
El estudio revela que los líderes del sector sanitario están divididos. Al ser preguntados por las áreas en las que es más importante adaptarse al cambio, destacaron con la misma importancia la mejora de los procesos de negocio principales (el 34%), la contratación de nuevo personal (el 34%), la captación y fidelización de clientes (el 34%), la optimización de su cadena de suministro (el 34%) y la adopción de nuevas tecnologías (el 32%).
Sin embargo, al referirse al área en concreto en la que esperan ver más cambios en los tres próximos años, la respuesta mayoritaria fue “en la mejora de los procesos de negocio principales”. Es más, el 42% de los líderes del sector sanitario encuestados cree que la tecnología para el análisis de datos es la que tiene un mayor potencial para mejorar la sanidad en los próximos tres años, una cifra mucho más alta que en el caso del resto de sectores, en los que el promedio es del 29%.
Farga añade: “Mejorar los procesos de negocio principales es, sin duda, el mejor punto de partida. También es cierto que el análisis de datos tendrá un papel crucial en las medidas preventivas de la salud y en encaminar la I+D futura. Los líderes empresariales del sector sanitario deben centrarse en la transformación digital de los sistemas de historia clínica de los pacientes, que actualmente generan aún un gran volumen de documentación en papel. Así, podrán acceder más rápidamente a la información cuando sea necesario, a la vez que garantizarán las necesidades de confidencialidad y podrán dedicar más tiempo a la atención de los pacientes”.
En la carrera por modernizar los métodos de trabajo más tradicionales y alcanzar los objetivos del plan de acción eHealth de la Comisión Europea, los líderes del sector sanitario hacen hincapié también en dos obstáculos importantes que les impiden acelerar el cambio. El primero es la ausencia de una estrategia empresarial clara y, el segundo, la falta de tiempo de los profesionales de la sanidad. Además de estos, el estudio revela otras barreras que impiden aumentar la agilidad de las organizaciones sanitarias: en primer lugar, la ausencia de plataformas tecnológicas eficazmente interconectadas, seguido de la existencia de múltiples iniciativas potencialmente contradictorias.
El sector sanitario afronta un reto acuciante para acelerar la transformación digital. No obstante, como muestra este reciente estudio, aunque la tecnología será el factor que más impacte en los modelos de negocio, los líderes del sector sanitario tienen claro que no es aquí donde reside el problema.
Según Farga: “El cambio en el sector sanitario no se ve frenado por falta de inversión en la tecnología adecuada, sino por la necesidad de contar con una estrategia empresarial adecuada para optimizar los procesos operativos, tal como demuestra este estudio. Con el soporte adecuado, los líderes empresariales del sector sanitario pueden revisar los procesos existentes y diseñar un plan de mejora. Esto les permitirá integrar más efectivamente los sistemas de Tecnologías de la Información ya existentes y reducir significativamente los procesos administrativos que requieren una mayor dedicación de tiempo. Con este nuevo enfoque y el ahorro de tiempo conseguido, los profesionales sanitarios podrán centrar sus esfuerzos en el desarrollo de programas de I+D y sobre todo en su prioridad absoluta: prestar excelentes servicios sanitarios a los pacientes”.