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La huelga general tuvo incidencia en el comercio electrónico

La huelga general del 29 de septiembre, la primera que se enmarca en la sociedad digital, ha tenido su efecto en la red. El comercio electrónico ligado a la venta a empresas ha disminuido un 25% su actividad y las llamadas a los call centers de las empresas se han reducido en un 40%. Sin embargo, el tráfico en los sites con contenidos de diversa índole no se ha visto afectado. El efecto de la huelga entre los trabajadores digitales ha sido prácticamente nulo, con sólo un promedio de menos de un 3% de seguimiento entre los empleados de las empresas del sector de Internet con más de 50 trabajadores, y un 0% en aquéllas con menos de 50 empleados.
La monitorización de Internet llevada a cabo por la AIEI, Asociación de Inversores y Emprendedores de Internet, que ha medido la repercusión de la huelga general en Internet por primera vez en España, ha analizado el tráfico en la red desde las 08:00 horas hasta las 14:00 horas de hoy, y lo ha comparado con el que hubo, en el mismo intervalo de tiempo, del pasado miércoles 22 de septiembre. “La huelga voluntaria o forzada que han experimentado las empresas tradicionales, ha repercutido en ventas de comercio electrónico y asistencia en servicios a empresas. Pero a la hora de la verdad las empresas del sector Internet no han hecho huelga, han estado como siempre disponibles, operativas 24×7, 365 días al año. El modelo de huelga tradicional no tendrá efecto en una sociedad digital plena, si no cambia su planteamiento. Internet se moviliza por la dinamización no por la paralización”, dice Yago Arbeloa, presidente de la AIEI.
En este escenario, los servicios mínimos o los piquetes informativos poco han podido hacer para limitar o paralizar el acceso a los sistemas automatizados que ofrecen servicios como el comercio electrónico, la banca on line o la ventanilla única a través de Internet. Pero el tráfico en la red sí ha experimentado hoy un descenso en algunas de las actividades digitales que ofrece Internet, como la venta on-line o la atención de clientes a través de los call centers. Asimismo, el seguimiento mínimo de la huelga general por parte de los teletrabajadores, que desarrollan sus actividades laborales de forma telemática a través de sus casas, que no se han visto afectados por la huelga de transportes o por las presiones de los piquetes, constata que Internet es un sector que permite secundar o no una huelga general sin que sus trabajadores se vean sometidos a ninguna presión. “Internet es una ventaja que garantiza que todo el mundo pueda ejercer sus derechos fundamentales, que no están garantizados de por sí porque hay ciertas personas que lo impiden. Da una oportunidad que hasta hace poco no existía”, opina el presidente de la AIEI.
“Los que trabajamos en Internet no concebimos eso de página cerrada por huelga, es un medio 24×7”, afirma Arbeloa, y continúa: “No ha habido un gran respaldo porque nuestros trabajadores tienen unas características muy específicas. Es un sector donde se intenta crear valor, su trabajo es una pasión para ellos y nosotros lo tenemos reconocido como tal, y buscamos que se sientan motivados. Nuestro sector no juzga sus edades y sí sus capacidades, dando oportunidades a todo el mundo, incluida la llamada generación perdida, formada por jóvenes de 20 a 30 años. Los trabajadores en la red no tienen las mismas condiciones laborales que tienen otros colectivos, que son los que tomaron la decisión de ir a la huelga por la reforma laboral. Aunque es cierto que somos un sector incomprendido, que funcionamos en muchas partes sin la regulación necesaria”, dice Arbeloa.
Según Arbeloa, la actividad económica y empresarial se desplazan cada vez más a un entorno digital donde el 80% de los sistemas están automatizados, como la telebanca o la compra de billetes electrónicos, entre otros, y no necesitan de trabajadores para desempeñar su labor, sólo un apagón conseguiría que dejaran de funcionar. “No tenemos constancia de que ningún servicio de hosting haya secundado la huelga, pero el hecho de que los trabajadores de una empresa digital hubieran decidido seguirla, no habría significado que se hubiera dejado de prestar el servicio”, asegura el presidente de la AIEI, y añade: “La huelga digital solo habría tenido efecto si se hubieran cortado las comunicaciones, algo que prohíbe la ley, por tratarse de un servicio esencial”, afirma Arbeloa.
Actividad frenética
Según el informe anual de “La Sociedad en Red 2009”, elaborado por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI), España roza ya los 27 millones de internautas. Además, es líder, junto a Malta, en la UE en el número de empresas que tienen banda ancha, un 98%, casi la totalidad de las mismas. Este estudio cifra el mercado de comercio electrónico en España (B2C) en 7.760 millones de euros al año, con un volumen de compradores de hasta 10,4 millones. Nuestro país es líder mundial en identificaciones electrónicas, con las que se pueden hacer más de 97% de los trámites con la administración a través de Internet. Ante este horizonte digital, se hace necesario analizar cómo afecta una huelga general a las actividades comerciales electrónicas y a otros servicios sociales en la red.
Aunque la banda ancha aún no tiene la consideración de servicio universal, el ministerio de Industria ha incluido el acceso a Internet como servicio esencial y envió un comunicado a los diferentes proveedores (Telefónica, encargada del servicio universal, Orange, Jazztel, Vodafone y el resto de operadoras) para pedirles que garantizaran el acceso y funcionamiento de la red durante la huelga general, al igual que se ha hecho hasta el momento con la telefonía fija y móvil. Desde el ministerio no se especificó cuál debía ser ése servicio, pero las compañías determinaron que debían asegurar el servicio de banda ancha. En el caso de que hubiera fallado ese servicio durante la jornada de huelga, las operadoras se habrían enfrentado a una infracción grave o muy grave (Ley general de Telecomunicaciones) por no haber garantizado los servicios mínimos.
“La tecnología ahora va a ayudar a controlar cosas que hasta el momento no había modo de controlar. Que alguien hiciera lo que quisiera el día de la huelga y no pasara nada, ahora no va a suceder, porque vamos a tener suficientes medios para registrarlo. Tenemos móviles con cámaras o videovigilancia, todo conectado a Internet. Del modo que si alguien apedrea un escaparate, quedará reflejado en la red, y más pronto o más tarde terminará pagando por lo que haga”, apunta Arbeloa como un avance del mundo digitalizado.
En el año 2002, Telefónica sufrió un sabotaje en una de sus líneas de fibra óptica en varios puntos del norte de la comunidad de Madrid que dejaron sin servicio de comunicaciones, internet y telefonía móvil, a 16 provincias españolas.

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