Según el último informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el número de líneas de fibra óptica en España ya supera el medio millón, más exactamente 509.000 líneas, lo que supone un incremento del 88,2% con respecto a las cifras del año pasado. Así, la contratación de fibra óptica en el hogar (FTTH) crece a un ritmo de más de 820 líneas diarias. La situación se ha revertido considerablemente si nos fijamos en la cifra de abonados de esta tecnología hace tres años, que solo alcanzaba los 10.000. A nivel mundial, un 25% de las nuevas suscripciones a banda ancha corresponden a líneas de fibra óptica.
España está recuperando posiciones en el ranking europeo y saliendo de los puestos de cola aunque aún se haya lejos de los países escandinavos y del Este de Europa, que son los que lideran la adopción y penetración de esta tecnología. A finales de 2012 y según datos de FTTH Council Europe había en la Europa de los 39, 16,2 millones de suscriptores a la fibra óptica. Según este organismo europeo, España no alcanzará la madurez en la adopción de esta tecnología hasta el año 2021, un año antes que la fecha prevista para la normalización de la fibra óptica en todo el continente.
Esther Gómez, Directora General de Fibernet explica que “se está produciendo una migración de las líneas de cobre a la fibra óptica, tanto a nivel de usuario como de empresa, dado que los precios de la fibra óptica son más asequibles ahora”.
Añade que “los internautas españoles son cada vez más exigentes y demandan, no solo una mayor velocidad sino también un servicio que ofrezca seguridad y ausencia de caídas en la conexión, atributos que la fibra óptica resuelve con más solvencia que las tradicionales líneas ADSL”.
Gómez añade que “pese a una incertidumbre inicial, las grandes empresas de telecomunicaciones siguen invirtiendo en nuevas redes de banda ancha y despliegues de fibra óptica hasta el hogar con la necesidad que ello conlleva de equipamiento y mantenimiento, monitorización y soporte de esas redes”.