DATISA con más de 30 años de experiencia en el mercado, asegura que la entrada en vigor de facto de la Zona Única de Pagos en Europa supondrá para las empresas un importante conjunto de ventajas que, bien aprovechadas, pueden además, generar grandes oportunidades de negocio.
Sencillez, seguridad y reducción de costes son los tres elementos que articulan la batería de beneficios que aporta la aplicación de la SEPA a las empresas que operen en el territorio de la zona euro, según explica el propio fabricante.
Sencillez porque simplificará los trámites de las operaciones de pago, se eliminarán los trámites burocráticos y las barreras a pagos internacionales y se permitirá operar con una única cuenta bancaria.
Seguridad gracias a los códigos BIC e IBAN que permitirán además, que las transferencias intracomunitarias tengan la misma comisión que las nacionales; a la incorporación del chip EMC a las tarjetas de crédito que hacen necesaria la introducción de un Pin para poder hacer uso de ellas, y a la igualdad jurídica y de oportunidades que promulga.
Y, reducción de costes, debido a la optimización de los procesos de pago, a las múltiples opciones que ofrece para renegociar las comisiones bancarias y al aumento del uso del dinero electrónico así como de la vigilancia que se ejercerá sobre el mismo.
Isabel Pomar, directora de marketing de DATISA asegura que “lla normativa SEPA implica una serie de cambios en los procesos de pago habituales que deben tenerse muy en cuenta. Su adopción no es complicada, pero el descuido o las prisas de última hora pueden hacer que el tránsito sea traumático. Para evitarlo es recomendable comprobar que los sistemas de gestión con los que trabaja la empresa, están actualizados, es decir, permiten operar bajo la normativa SEPA. Además de la obligatoriedad de los ya mencionados códigos BIC e IBAN que deberán “salvaguardar” todas las transferencias que se realicen, hay otra serie de cambios, algunos bastantes sutiles, que el sistema debe tener en cuenta para “acertar” con la SEPA a partir del próximo 1 de febrero de 2014”.
En cuanto a la generación de oportunidades derivadas de la puesta en marcha de la normativa SEPA, merece la pena destacar el impulso que recibirán las pequeñas y medianas empresas para adoptar cualquier innovación tecnológica relacionada con los medios de pago ya sea e-factura, pagos a través de dispositivos móviles, etc.), así como el hecho de que la incorporación de nuevos adeudos, acortarán los plazos de pago, incorporando nuevas garantías de cobro. En resumidas cuentas, es previsible que esta nueva norma, mejore la competitividad de las empresas.