Un estudio de los Bell Labs, la división de investigación industrial de Alcatel-Lucent, ha revelado que los operadores de red que utilicen tecnologías de transporte óptico e IP convergentes pueden aliviar significativamente la carga a la que está sometida su infraestructura por la demanda de capacidad causada por la explosión de aplicaciones que requieren un gran ancho de banda.
El objeto del estudio, que se publica hoy, era determinar si la integración de un sistema de control IP/óptico convergente podría reducir las necesidades de recursos de la red sin comprometer la disponibilidad del servicio, y cómo lo haría. El estudio se realizó comparando el coste relativo de integrar y coordinar diversos métodos de recuperación en la red de transporte óptica y de enrutamiento IP. La recuperación es la capacidad de la red para volver a las condiciones normales de operación si se produce un fallo, y es un componente esencial para que un operador disponga de una red de alta fiabilidad.
Los resultados muestran que con la convergencia de las tecnologías de enrutamiento y transporte óptico los operadores pueden cumplir los mismos requisitos de disponibilidad de servicio utilizando un 40% menos de recursos de la red, tales como puertos de routers a 100 G y transpondedores ópticos.
A lo largo del estudio, los investigadores han observado las ventajas potenciales de costes que se derivan de una operación basada en la convergencia del transporte óptico y el enrutamiento en un modelo integrado de red multinivel. El estudio pone de manifiesto que:
- Una estrategia de recuperación integrada ahorra costes y al mismo tiempo garantiza la disponibilidad del servicio y de la red
- La introducción de un sistema de protección de la capa óptica basado en GMPLS (Generalized Multiprotocol Label Switching) permite a los proveedores de servicios conseguir los mismos niveles de disponibilidad que se tienen con los métodos de protección de la red de enrutamiento basados en MPLS (Multiprotocol Label Switching), con un ahorro total de hasta un 40% en puertos de routers y transpondedores ópticos a lo largo de un período de cinco años.
- La combinación de un sistema de protección en la capa de transporte óptico e IP con una interfaz de red de usuario (UNI) GMPLS permite a los proveedores de servicios acelerar estos ahorros liberando un tercio de la capacidad de red desplegada, y proporcionando un margen de dos años de crecimiento del tráfico.
Además, si se establece desde la fase inicial un plano de control multinivel integrado, se puede conseguir fácilmente una red optimizada para la nube. Para ello, los proveedores de servicios pueden hacer lo siguiente:
- Introducir una Red Óptica Ágil con un plano de control GMPLS dinámico.
- Extender el control de la capa de transporte óptico a la capa de enrutamiento IP con la interfaz UNI GMPLS.
- Proporcionar interfaces abiertas y programables de Redes Definidas por Software (SDN) basadas en estándares abiertos.
El resultado es una red integrada multinivel con un plano de control unificado, con una reducción de costes inmediata originada por una mejor utilización de la red y una mayor eficiencia operativa. El ahorro del coste total de operación variará en función de la topología, tamaño y conectividad de la red y en la combinación de tipos de tráfico.