La optimización de los entornos de impresión del sector bancario requieren de un cambio cultural hacia un modelo de gestión que incluye la definición de una política de impresión por parte de los bancos en base a sus necesidades. Es la principal conclusión de un estudio realizado por Kyocera recientemente realizado entre las principales entidades financieras españolas, del cual se desprende que también es necesario formalizar los procesos internos de digitalización de archivos para reducir los costes operativos de impresión en el sector.
Según los responsables de sistemas de estas entidades, existe un importante reto para reducir el volumen de papel impreso tanto interna como externamente en las oficinas. Gran parte del problema radica en que no está totalmente implantada una cultura de ahorro de papel entre los empleados. A esto hay que añadir que los clientes están acostumbrados a tener sus recibos y sus documentos en papel, lo que genera un gasto innecesario.
Pese a que el sector esta haciendo un importante esfuerzo en sustituir por extractos digitales la actual correspondencia en papel, así como en digitalizar muchos de sus documentos, lo cierto es que el cambio se está desarrollando lentamente ya que, además, la Administración y diferentes trámites burocráticos siguen exigiendo la impresión en papel de los documentos.
Asimismo, las entidades bancarias se encuentran en un periodo de transición que les obliga a simultanear plataformas tradicionales con las tecnológicas, lo que ralentiza este proceso de cambio; algo difícil de lograr cuando los usuarios no están muy familiarizados con la tecnología.