El iPhone X ha revolucionado el mercado con su diseño de vidrio a toda pantalla, con un precio inicial de casi 1.200€ e importantes gastos de reparación, lo que puede llevar a muchos a cuestionar si vale la pena la inversión.
SquareTrade ha vuelto a probar los límites del diseño de los smartphones más modernos, esta vez con resultados muy negativos para el iPhone X. Así, el test de fragilidad de Square Trade ha revelado que tanto el diseño a toda pantalla de vidrio de este dispositivo como la falta de botón de inicio lo convierten en el iPhone más frágil de todos los smartphones de Apple.
Con la primera caída, el iPhone X se hace pedazos, la pantalla deja de responder y el reconocimiento facial falla completamente
Los laboratorios de Square Trade usan una serie de robots para dejar caer, voltear, sumergir y doblar los aparatos para comprobar cómo aguantan las acciones más comunes de nuestro día a día.
Estas son algunas de las conclusiones de los test de fragilidad de Square Trade:
- Test de caída frontal: en la primera caída, el iPhone X se hizo pedazos, la pantalla dejó de responder y el reconocimiento facial falló completamente.
- Test de caída de lado y caída trasera: es destacable que la caída de lado provocó el mayor daño interno al teléfono. Mientras que la parte exterior del dispositivo solo sufrió daños estéticos, la pantalla se volvió inoperativa. En cuanto a la caída hacia atrás, el panel trasero se hizo añicos completamente, dejando una gran cantidad de cristales rotos, lo que hacía muy difícil volver a sujetar el teléfono.
- Test de agua: el iPhone X se comportó de forma muy similar a los modelos de iPhone 8 y iPhone 8 Plus; sobrevivió 30 minutos a más de metro y medio de profundidad, lo que generó que el sonido quedara amortiguado en las reproducciones de audio.
- Test de lanzamiento: este nuevo test, que consiste en simular que un dispositivo cae del techo de un coche en marcha, reveló nuevamente que el iPhone X es muy propenso a sufrir daños en las caídas. Así, tanto la pantalla como el panel trasero se agrietaron, pero lo más dañado fue el reconocimiento facial y la banda “de inicio”, ya que ambos fallaron.
- Test de volteo: 60 segundos dentro del robot de volteo resultó bastante perjudicial para el iPhone X. Aunque la pantalla táctil siguió funcionando a pesar de las grietas sufridas durante el test, la banda de inicio falló, dejando bloqueados a los usuarios en las apps que estaban abiertas.
- Posibilidad de reparación: los técnicos expertos de Square Trade comprobaron que el iPhone X tiene una pantalla OLED más fina y más costosa, que es más cara de sustituir; una placa base más pequeña, múltiples cables y una batería separada que es más difícil de quitar. A causa de todo esto, Apple cobra hasta 240€ por sustituir la pantalla frontal y casi 500€ por otras reparaciones.
“Desafortunadamente para los consumidores, al final el iPhone X puede costar mucho más que esos casi 1.200€ invertidos inicialmente”, afirma Jason Siciliano, director creativo de Square Trade. “A pesar de que Apple asegura que su vidrio es el más duradero que jamás se haya usado en un iPhone, el iPhone X es el más frágil de todos los que hemos testado hasta ahora. La fragilidad del iPhone X, junto con la tarifa de casi 500€ que cobra Apple por la mayor parte de las reparaciones, nos lleva a definirlo como un dispositivo de alto riesgo”.
El marcador de fragilidad de Square Trade viene a llenar el vacío que dejan los test tradicionales. El marcador se basa en diferentes factores: desde las características físicas del dispositivo y los componentes hasta los resultados en los test de caída, inmersión, flexibilidad, volteo y lanzamiento a los que Square Trade somete a los smartphones. Cuanta más puntuación recibe un aparato en una escala hasta 100, más alto es el riesgo de que se rompa por un accidente.