Ya estamos en la Web 4.0 . Si echamos la vista atrás, y no hace falta viajar mucho en el tiempo, los inicios de Internet nos proponían una plataforma excelente de información como nunca antes habíamos imaginado. Pero ahora mismo tampoco imaginaríamos la utilidad de una web plana, y en la que no había capacidad de interacción entre el usuario y la máquina, como las primeras páginas que visitábamos cuando nació Internet.
Pasando por las distintas denominaciones y avances –web 2.0, donde la información pasa a ser comunicación y se puede interactuar entre usuarios (nacimiento de las redes sociales); y web 3.0 o semántica, en la que gracias a la optimización de los contenidos se permite combinar el conocimiento humano con la inteligencia artificial para crear redes neuronales que generen ideas nuevas a partir de la información existente- llegamos a la web 4.0, gracias a la cual se pueden unir inteligencias de forma global –debido a la proliferación de dispositivos móviles conectados-, combinando los patrones de experiencia de las máquinas con la sabiduría humana para anticipar las necesidades del usuario.
La web 4.0 es, en definitiva, un nuevo modelo de Internet con el que resolver las limitaciones actuales. Para disfrutar de ella, es necesario un cambio de paradigma, ya que la web 4.0 propone un nuevo modelo de interacción con el usuario que sea más completo y personalizado: en lugar de ofrecer información plana, Internet dará soluciones concretas a problemas específicos del usuario y será capaz de entenderle en su propio lenguaje. De hecho, gracias a la incorporación de cámaras en los dispositivos conectados, la máquina será capaz de reconocer facialmente al usuario para adaptar sus respuestas incluso al estado de ánimo del interlocutor.
“Hace poco tiempo sonreíamos ante un video viral de una señora que preguntaba a Google con fórmulas tan usuales en el lenguaje cotidiano como “por favor” y “gracias”; sin embargo, el futuro de Internet se dirige precisamente a entender a los usuarios tal y como se expresan en las relaciones cara a cara”, asegura Diego Mosquera, director de marketing de Paradigma Digital. “Ya estamos viendo cómo algunas aplicaciones son capaces de responder a preguntas formuladas correctamente –sobre todo desde el móvil- pero gracias a la proliferación de dispositivos conectados a la web 4.0 podremos resolver peticiones como ‘necesito un taxi para dentro de 15 minutos’, por ejemplo, desde el espejo del baño antes de salir de casa”.
En la web 4.0, el dispositivo puede adelantarse a las situaciones concretas y enviar un mensaje a la oficina para avisar de que llegaremos tarde
La web semántica o 3.0 ya resolvió muchos problemas aplicando técnicas de procesado de lenguaje natural pero se limita a obtener resultados de búsqueda más precisos sin llevar a la acción, tal y como promete la web 4.0. Para ello, según propone Paradigma Digital, empresa española que ayuda a cualquier organización a emprender el camino de la transformación digital, la web 4.0 depende de cuatro factores básicos:
1. Comprensión del lenguaje natural y de técnicas Speech-to-text, que crean representaciones semánticas sin ambigüedades mediante análisis semántico y morfológico y que permiten a la máquina responder prácticamente como si fuera humana.
2. Nuevos modelos de comunicación M2M (máquina a máquina), gracias a la red de agentes inteligentes en la nube, con posibilidad de comunicarse entre sí y de delegar las respuestas a los agentes adecuados y que son capaces de procesar la información prácticamente como un cerebro humano ya que aprenden ante cada toma de decisiones por parte del usuario.
3. Utilización de información contextual de cada usuario, mediante el aprovechamiento del análisis de sentimientos, que vendrá determinado por el uso de wearables, dispositivos de realidad virtual, geolocalización y otros sensores.
4. Nuevo modelo de interacción con el usuario, de forma que la web no será un mero almacén de información.
Por ejemplo, en la web 4.0, el dispositivo puede adelantarse a las situaciones concretas y enviar un mensaje a la oficina para avisar de que llegaremos tarde porque el vehículo ha pinchado una rueda o hacer una llamada a los servicios sanitarios en caso de que observe un comportamiento inadecuado de los valores cardiacos del usuario, enviando no sólo la ubicación sino también la información médica almacenada.