España continúa intentando salir de una profunda crisis donde el miedo de las empresas a invertir todavía constituye una barrera para que la transformación digital en el sector industrial sea ya una realidad. Un estudio realizado por IMD University dice que cuatro de cada diez empresas desaparecerán en cinco años, lo que quiere decir que solo sobrevivirán en el mercado las que hayan acometido los cambios que está demandando la sociedad y sus clientes. Mención aparte es el sector industrial que, debido a los cambios tecnológicos de los años venideros, tendrá que reinventar su negocio transformándolo totalmente. Un estudio reciente de PwC cifra en solo un 8% las empresas que están digitalmente avanzadas en la industria española frente al 33% a nivel mundial.
Adentrándonos en mayor profundidad en el mencionado sector industrial, hay numerosos aspectos que de alguna manera ‘obligan’ a dicha transformación digital. El cliente se ha convertido en el más importante de ellos por su grado de exigencia, pues ha pasado de adoptar un papel pasivo a ser conocedor y usuario de la última tecnología y quien define en muy alto grado la estrategia que deben seguir las compañías.
De ahí que los servicios de cloud, junto con la automatización de procesos, se hayan convertido en algunas de las necesidades más demandadas por parte de los clientes. En este sentido, el tratamiento de la información es otro aspecto a tener muy en cuenta, ya sea a través de la implantación de proyectos de Business Intelligence como mediante la ‘venta predictiva’ tratando grandes volúmenes de información de los clientes, pues permite darles valor añadido a la vez que incrementa la posibilidad de venta. Tanto las bases de datos tradicionales como la valiosa información conseguida en redes sociales, aplicaciones y registros web son elementos clave para afrontar este tipo de proyectos de digitalización.
De igual manera, también es muy importante y determinante tener en cuenta el público objetivo de cada empresa. Actualmente las grandes corporaciones llevan ventaja sobre las Pymes aunque, como ya sabemos, actualmente es el cliente quien requiere y reclama determinados servicios y actuaciones, lo que hará que algunos de sus proveedores pongan en marcha proyectos de transformación digital antes que otros, dependiendo de sus necesidades y del tipo de negocio, e independientemente de su tamaño.
Hay que tener en cuenta también aspectos muy especializados y concretos que harán que nuestra interrelación con las empresas sea completamente diferente de aquí a unos años. La realidad virtual, la inteligencia artificial o computacional (robótica), la domótica avanzada, los sistemas de voz, las impresoras 3D o los traductores de idiomas en tiempo real, entre otros, hacen inimaginables nuestras vidas dentro de diez años. Por eso es vital que la industria esté preparada para lo que está llegando y a la velocidad a la que lo está haciendo. Muchas empresas y trabajos de hoy en día desaparecerán, pero se abrirán otras con nuevos niveles de especialización que harán que en muy pocos años lo que hoy nos parece todavía lejano, lo tengamos al alcance de nuestras manos.