La gran mayoría de los españoles considera que lleva a cabo su trabajo de forma muy eficiente, pero apunta que el equipamiento tecnológico con el que cuenta no está a la misma altura. Esta es una de las principales conclusiones del ‘Estudio sobre eficiencia en el lugar de trabajo’, impulsado por Epson y realizado por FTI Consulting, en el que han participado trabajadores, mandos intermedios y directivos de Inglaterra, Francia, Alemania, Italia y España, a través de una muestra de 5.000 compañías de diferentes sectores.
Amplia mayoría a favor de la implantación de la tecnología wearable
El mismo ‘Estudio sobre eficiencia en el lugar de trabajo’ plantea posibles soluciones a la situación actual, y la tecnología wearable destaca como una de las más apreciadas. Concretamente, el 79% de los empleados españoles cree que su implantación en los próximos años para un uso profesional mejorará la eficiencia de su compañía, especialmente en sectores como el industrial, tecnológico, sanitario e industrias avanzadas que actuarán como early adopters.
Una vez más, los datos de España superan a los del resto de países del estudio. En Italia este porcentaje se sitúa en el 71%, mientras que en Inglaterra cae hasta el 50%, en Alemania se sitúa en un 59% y en Francia el 60% de trabajadores valora positivamente la implantación de las soluciones de tecnología wearable por sus ventajas para lograr una mayor eficiencia en su puesto de trabajo.
Grandes diferencias por comunidades autónomas
Madrid, Catalunya y Andalucía valoran de forma globalmente positiva el rendimiento de sus empresas a nivel de hardware tecnológico, ya que, en todas ellas, más del 85% de los encuestados lo califica de eficiente. Una cifra que todavía crece más cuando se refiere al software tecnológico, ya que entre el 93 y el 94% de los trabajadores encuestados lo considera eficiente.
Por otra parte, Castilla-La Mancha, Galicia y Canarias se muestran como las comunidades autónomas donde los trabajadores están menos contentos con la eficiencia de la infraestructura tecnológica de la que disponen, con un 38%, 23% y 21% de opiniones desfavorables, respectivamente. Aunque son cifras relativamente bajas, se alejan de la gran unanimidad que se aprecia en el resto de regiones, donde los encuestados que consideran ineficiente su tecnología raramente superan el 15%.