Las cifras de fraude con tarjeta bancaria en España han ido en aumento en los últimos años. Según datos del Banco de España, en 2016 se produjeron 888.000 operaciones fraudulentas que supusieron un importe de 56 millones de euros. El 69% de estas operaciones se hicieron a distancia. Las víctimas de estas usurpaciones de identidad no son sólo los individuos, sino también las tiendas online.
Que una persona diferente de la titular de la tarjeta bancaria realice una compra online es relativamente sencillo. En ausencia de 3D Secure (el sistema que envía una clave por SMS al móvil del titular para validar la compra), cualquier persona que esté en posesión de los 16 dígitos de una tarjeta de crédito, su fecha de caducidad y los 3 dígitos del criptograma (CVC) puede completar un pedido online. ¿Qué ocurre entonces? El titular de la tarjeta de crédito puede reclamar el importe a su banco, que está en la obligación de devolver los importes adeudados. Pero ese importe puede ser reclamado a su vez al eCommerce que autorizó la compra, lo que en el sector se conoce como chargeback. Además de la pérdida de este importe cuando los chargeback son reiterados en un mismo eCommerce, las entidades emisoras de las tarjetas bancarias pueden llegar a bloquear las operaciones tramitadas a través de esa tienda. Todo ello sin contar el riesgo reputacional que puede suponer.
Las cifras de fraude con tarjeta bancaria en España han ido en aumento en los últimos años
En definitiva, se trata de un riesgo que debemos evitar protegiendo las transacciones a través de pasarelas de pago globales, como Klik & Pay, especializada en PYMES que aúna de manera segura todo tipo de medios de pago y 15 monedas, pero también tomando tus propias precauciones, como rechazar los pedidos sospechosos de ser fraudulentos. Éstas son las 7 señales a las que debes prestar atención:
1. El pedido es demasiado bueno para ser cierto
Un pedido con un importe fuera de lo común debe figurar en el top 3 de tus criterios de sospecha.
Si vendes objetos decorativos con una cesta promedio de 50€ y recibes un pedido de 100 piezas similares, desconfía. No es habitual que un particular necesite tal cantidad y un profesional suele contactar previamente para negociar condiciones especiales. Y aún en el improbable caso de que tuvieras un nuevo cliente que necesite esa cantidad de producto, generalmente hacen una pequeña compra de prueba antes de hacer un pedido grande. Los estafadores saben que sólo tienen una oportunidad para usar la tarjeta robada. Por eso, acumulan un máximo de productos en el pedido antes de que la víctima anule su tarjeta. De modo que si el importe total de un pedido está muy por encima del promedio, haga sus comprobaciones, especialmente si se trata de nuevos clientes.
2. Un mismo cliente acumula los pedidos modestos
Los hackers conocen bien a los eCommercers y saben que muchos de ellos optimizan su tasa de conversión desencadenando el protocolo 3D Secure sólo a partir de determinados importes. Si descubren, por ejemplo, que dejas pasar todas las compras inferiores a 25€ sin hacer comprobación, corres el riesgo de despedirte de gran parte de tus existencias.
3. El comprador contacta contigo y exige una entrega exprés
¿El comprador te contacta para utilizar un modo de transporte que no ofertas? ¿Te propone organizar la entrega? ¿Pretende reducir los plazos de entrega con insistencia? Este comportamiento debería ser motivo de alarma.
Los estafadores tratarán de recopilar un máximo de artículos antes de que el titular de la tarjeta la bloquee, por lo que inventarán argumentos muy convincentes para presionarte: están de viaje, es urgente por un trabajo inminente, etc. No te precipites: cuanto más rápido expides el pedido, menos tiempo tienes para comprobar su legitimidad.
4. Los datos del comprador son sospechosos
Es inherente a todo defraudador, siempre intenta siempre hacerse pasar por otro. Presta especial atención en las transacciones B2B, pues son conscientes de que una empresa siempre levanta menos sospechas que un particular. En caso de duda, te recomendamos comprobar la existencia de la sociedad y el puesto en la misma del comprador a través de las redes sociales profesionales (Linkedin). También puedes confirmar la exactitud del número de IVA Intracomunitario en páginas web dedicadas.
5. El comprador trata de esconderse disimulando su dirección IP
La dirección IP te permite identificar y localizar geográficamente a los internautas. Por ello, un defraudador tratará de encubrir la suya detrás de un proxy para impedir ser localizado. Una pasarela de pagos como Klik & Pay traza la dirección IP de cada transacción e informa automáticamente al negociante en caso de sospecha de fraude.
6. El comprador te pide una entrega en el extranjero
Los defraudadores suelen recurrir a pedidos internacionales con el objetivo de disuadir a los comerciantes de tomar acciones judiciales, ya que son más complejas de resolver desde el extranjero. Por ello, al recibir un pedido internacional, lo mejor es guardar el paquete en depósito unos días más de lo habitual, para realizar algunas comprobaciones. Pueden ayudar una llamada telefónica argumentando una comprobación de los datos de entrega, consultar al cliente si prefiere que se realice la entrega al final de sus vacaciones para evitar que el paquete permanezca bloqueado a la oficina de correos,….