El control de la identidad es clave para proporcionar la tan necesitada vigilancia que los equipos de seguridad buscan, puesto que proporciona una total visibilidad y control sobre quién accede a qué y si esto es apropiado para su relación con la empresa. Pero los actuales equipos de seguridad se enfrentan a un bombardeo de alertas a diario y es prácticamente imposible detectar de forma manual una posible amenaza relacionada con el robo de una identidad o el uso incorrecto de una credencial. Según SailPoint, líder en gestión de la identidad empresarial, las empresas deben adoptar prácticas para «ver a través» de la increíble cantidad de datos de identidad que circula en sus sistemas y aquí es donde entra en acción el análisis de la identidad.
En ciberseguridad, la visibilidad lo es todo. Como demostraron los ciberataques repetidos y de gran repercusión mediática del pasado año, las empresas tienen dificultades para ir un paso por delante en un panorama de seguridad siempre cambiante, enfrentándose a ciberdelincuentes que cada vez son más sofisticados y que, con frecuencia, hacen que las inversiones actuales en seguridad se queden atrasadas. Para poner esto en perspectiva, en la primera mitad de 2017, más de 1900 millones de registros quedaron expuestos en filtraciones de datos.
Implantar un programa de identidad global con análisis hace que el control de la identidad sea más inteligente, lo que ayuda a las empresas a entender mejor los riesgos asociados con el acceso de los usuarios mediante la detección de anomalías que pueden indicar una filtración y así poder centrarse en los controles de gobierno para gestionar las identidades de manera más eficiente y efectiva.
La inteligencia artificial lleva al siguiente nivel la gestión de la identidad empresarial
La inteligencia artificial ha alterado todo tipo de sectores y el control de la identidad no es una excepción. Si se trata de identificar ataques y filtraciones, una gran parte del problema reside en identificar con rapidez qué eventos importan de verdad. Las empresas y los profesionales de la seguridad pueden tener dificultades para tomar decisiones sensatas sin el contexto apropiado, lo que es complicado de conseguir en un mar de datos y alertas. Además, la capacidad de procesar datos y acelerar la productividad de la empresa gracias a un potente análisis de los datos y al aprendizaje automático optimiza los procesos de control de la identidad. La inteligencia artificial, que aprende tanto de los datos como de las interacciones con personas, puede resolver algunos de los problemas más frecuentes a los que se enfrentan los programas de identidad. Puede hacer que los programas de seguridad sean más hábiles y que favorezcan una toma de decisiones de mayor calidad en los programas de seguridad. Las tecnologías de aprendizaje automático proporcionan poder analítico y los conocimientos necesarios para encontrar las anomalías que son realmente importantes. De este modo, en lugar de trabajar más duro y aumenar sus recursos, las empresas pueden empezar a trabajar de manera más inteligente.
Un programa de gestión de la identidad impulsado por inteligencia artificial puede identificar y contextualizar las conductas, mejorar la eficiencia operativa y la productividad empresarial. La visibilidad es esencial en cualquier programa de control de la identidad, pero la capacidad de transformar esta visibilidad en conocimiento sobre usuarios, accesos y conductas de alto riesgo es aún más importante. Estos conocimientos permiten que las empresas se centren en los controles de las situaciones más arriesgadas y que puedan ser aprovechadas por atacantes externos o infiltrados clandestinos. Este análisis en tiempo real de lo que está ocurriendo realmente en el entorno da a los negocios la previsión que necesitan para protegerse y tener una mayor perspectiva del riesgo. El análisis de la identidad es el siguiente paso lógico y crítico en la evolución de la gestión de la identidad.
