El ransomware sigue siendo una de las principales amenazas cibernéticas, con variantes cada vez más destructivas. Además, el cibercrimen financiero y los ciberataques patrocinados por estados están en aumento debido a las altas recompensas económicas y motivaciones geopolíticas.
En esta línea, los ciberdelincuentes han perpetrado otro ataque significativo, esta vez comprometiendo la información de más de 34 millones de conductores tras un masivo hackeo a la DGT. Este incidente se suma a una serie de ciberataques recientes, incluyendo el del Hospital Clínic de Barcelona, Banco Santander, los registros médicos de la Guardia Civil, así como a las empresas Iberdrola y Decathlon.
“Los grandes ciberataques que han afectado a empresas e instituciones españolas e internacionales demuestran que estos incidentes pueden volver a producirse e, incluso, escalar a niveles aún más graves en el futuro”, advierte Victor Ronco, CEO de Zerod. Esto se debe a que las ciberamenazas están en constante evolución.
Aumento de los ciberataques
Muchas organizaciones no priorizan adecuadamente la ciberseguridad, dejando vulnerabilidades que los delincuentes pueden explotar. Según el CEO de Zerod, es crucial que las empresas, incluidas las pymes, mantengan sus defensas actualizadas y adopten un enfoque proactivo para adelantarse a las amenazas.
Si se repiten ciberataques similares a los sufridos por empresas e instituciones españolas, las consecuencias podrían ser graves en varios aspectos. Económicamente, los costos directos e indirectos pueden ser enormes, incluyendo pérdidas operativas, multas regulatorias, gastos de recuperación e investigación forense, y posibles extorsiones por ransomware, llegando a cientos de millones de euros.
Operativamente, los sistemas críticos pueden quedar inoperativos, interrumpiendo procesos clave y causando retrasos significativos en la entrega de productos y servicios. Además, un ciberataque grave puede dañar la reputación de una organización, afectando la confianza de clientes, socios comerciales e inversores.
Qué hacer para evitarlo
No existe una solución única para prevenir los ciberataques. Sin embargo, adoptar un enfoque integral de ciberseguridad con múltiples capas de protección puede reducir significativamente los riesgos. Algunas prácticas recomendadas por Zerod incluyen:
- Mantener una postura de seguridad proactiva y vigilante.
- Realizar evaluaciones de riesgos, pruebas de penetración y auditorías de activos con expertos en hacking ético.
- Implementar controles de seguridad sólidos, como firewalls, sistemas de detección y prevención de intrusos, antimalware/ransomware, autenticación multifactor y encriptación de datos.
- Mantener sistemas y software actualizados con los últimos parches de seguridad.
- Gestionar rigurosamente el acceso y los privilegios de identidad.
- Capacitar constantemente al personal en prácticas de ciberseguridad para prevenir ataques de phishing.
- Tener un sólido plan de respuesta a incidentes y estrategias de recuperación ante desastres.