En el mundo de las criptomonedas, bitcoin sigue siendo el rey. Fue el pionero, el que mayor valor de mercado alcanzó en los mercados financieros en su sector, y a raíz del cual han surgido un sinfín de altcoins complementarias. Todas ellas cumplen con los procesos de alta codificación y minado, pero también buscan diferenciación en algunos de sus puntos desarrollo, para hacerse más valiosas o atractivas para el usuario. Uno de los casos que ha tenido un gran crecimiento y está siendo muy bien valorado, es el de Ethereum.
Ethereum como alternativa
Este aumento de interés y uso de Ethereum, la ha colocado en segunda posición por capitalización de mercado, tras el imbatible, hoy en día, bitcoin. La principal diferencia, es que Ethereum, más que una moneda digital, es una plataforma. Nace con la idea de asegurar contratos inteligentes, verificados entre las partes, y codificados vía blockchain, donde la plataforma asegura su cumplimiento, y si alguno de los intervinientes modifica un término, la aplicación aplica los cambios en la otra parte del binomio, para asegurar el trato. Otros rasgos diferenciadores, son la cantidad ilimitada de Ether (nombre original) en circulación, o la existencia de una persona reconocible como creador, en este caso el ruso Vitalik Buterin, frente al misterio que rodea los inicios de bitcoin. Desde el punto de vista financiero, este activo digital es un valor altamente atractivo y su revalorización es exponencial, con lo que muchos usuarios que entran en el mundo cripto, buscan un único uso a Ethereum, comprar. Estos portales dedicados, y perfectamente regulados, ofrecen diversas facilidades de adquisición y formas de pago (desde transferencia bancaria, hasta PayPal), donde se puede crear un ewallet interno para gestionar operaciones de compra de Ethereum, entre otras altcoins. Y es que un valor que se ha multiplicado un 250.000% desde su comienzo, genera demanda
Aplicaciones reales
Mas allá de la especulación, la plataforma ofrece más usos. Algunas empresas ya están utilizando este método de contratos inteligentes para asegurar transacciones y pagos, dentro de los servicios y aplicaciones que ofrecen, intentando llevarse el gato al agua. Y es que, hablando de gatos, una de las aplicaciones lanzadas al mercado (cryptokitties), desarrollada bajo tecnología Ethereum en Asia, trata de un juego donde el usuario cría y colecciona estos animales, para luego intercambiarlos por un valor de mercado. Tal fue la fiebre por esta aplicación, que algunos usuarios vendieron gatitos por valor superior a los 100.000 dólares al cambio.
Existen otros casos interesantes, donde el sistema de contratos inteligentes parece resultar atractivo por su seguridad. Clearcoin une en la red a publicistas y editores. Erística, propone desafíos y recompensas al usuario. Dock.io almacena información y bigdata, para nuestro fácil acceso. Todas estas empresas utilizan el sistema de contrato inteligente de Ethereum, para garantizar transacciones. Incluso la ONU, ha realizado programas de ayuda y alimentos basado en esta tecnología blockchain. Como vemos, este activo es muy dinámico, y al ir más allá de ser solo una moneda virtual. Es la parte del contrato, la que ofrece infinidad de usos, pues la codificación lo asegura al instante y el pago quedaría registrado al momento. Podríamos liquidar fondos, activar un seguro de hogar o cobrar al instante el uso de una imagen con marca personal.
Y sin detractores…
Si las criptomonedas han tenido, y tienen, detractores, estos han sido los bancos. Sin embargo, el sistema de contratos inteligentes de Ethereum le ha permitido convencer en su uso a entidades tan importantes como UBS o Barclays, y ha llevado al Banco de Escocia a usar su blockchain (Emerald), sobre la plataforma Ethereum, donde asegura las transacciones de sus clientes. Incluso JP Morgan desarrolla Quorum bajo sistema Ethereum. Como vemos, este activo está ganando enteros en sectores muy estratégicos, y como valor al alza, su fama es merecida.