El grupo aéreo Air France-KLM ha dado un paso estratégico en su transformación digital al asociarse con Accenture para migrar sus aplicaciones digitales a la nube. Esta iniciativa, que se desarrollará durante los próximos años, permitirá al grupo cerrar sus tres centros de datos propios y apostar por una infraestructura más ágil, escalable y resiliente.
El proyecto no solo busca modernizar los sistemas tecnológicos del grupo, sino también optimizar todas sus operaciones clave: desde el transporte de pasajeros hasta los servicios de carga y el mantenimiento de aeronaves. Gracias al uso de tecnologías en la nube, inteligencia de datos e inteligencia artificial, incluida la IA generativa, Air France-KLM podrá adaptar sus recursos en tiempo real y mejorar su capacidad de respuesta ante la demanda.
Air France-KLM y Accenture
Como parte de esta colaboración, ambas compañías han definido un modelo operativo conjunto con un sistema de gobernanza compartido. Una de las iniciativas clave ha sido la creación de una “fábrica de migración” que utiliza procesos estandarizados y plantillas reutilizables para facilitar la migración simultánea de cientos de aplicaciones. Hasta la fecha, ya se han desplegado con éxito 350 aplicaciones, cumpliendo una hoja de ruta ambiciosa y acelerando la puesta en marcha de nuevas soluciones.
Accenture colabora con Air France-KLM para apoyar la transición del grupo a la nube
“Junto con Air France-KLM, estamos construyendo resiliencia y nuevas oportunidades de crecimiento aprovechando el poder de la nube y la IA generativa”, destaca Sabine Bechelani, responsable del sector Travel en Accenture Francia.
Por su parte, Pierre-Olivier Bandet, vicepresidente ejecutivo de Sistemas de Información de Air France-KLM, subraya que esta transformación “representa un hito significativo en nuestra continua evolución digital” y que la nueva infraestructura permitirá al grupo “optimizar procesos, mejorar la agilidad operativa y enriquecer la experiencia de viaje de millones de clientes”.
Una reciente campaña de ventas en Francia y los Países Bajos sirvió como prueba de fuego para esta nueva arquitectura tecnológica. La capacidad de escalar recursos en la nube permitió al grupo afrontar una demanda elevada sin comprometer la eficiencia del sistema.
