Vodafone España anunció ayer el inicio de las negociaciones con los representantes de los trabajadores tras la presentación de un proceso de regulación de empleo que podría afectar a un máximo de 900 personas.
Tal y como señala la propia compañía a través de un comunicado, el ajuste de plantilla forma parte de un amplio plan de transformación que incluye distintas iniciativas orientadas a lograr una estructura más ligera, eficiente, competitiva y centrada en las prioridades estratégicas de la compañía: la experiencia del Cliente, la competitividad de nuestra oferta y la mejor conectividad de nuestros servicios.
“Uno de los pasos necesarios en esta transformación es adaptar la dimensión de la compañía a la nueva realidad del sector de telecomunicaciones en España y al entorno económico actual caracterizado por: la caída del negocio tradicional –voz y mensajería-, la alta competencia y la presión regulatoria. En el caso de Vodafone, estas circunstancias han supuesto una pérdida de ingresos superior al 30% en los últimos cuatro años”.
“Comienza ahora la búsqueda de un acuerdo que establezca las condiciones del proceso de regulación de empleo. Vodafone España, dado el impacto que generan este tipo de medidas, actuará con la máxima sensibilidad tanto con los profesionales afectados, como con el resto de la organización”.