El mercado de los dispositivos móviles continúa siendo uno de los principales objetivos de los ciberdelincuentes. De hecho, los laboratorios McAfee Labs de Intel Security afirman en su último informe trimestral de amenazas que el malware en general se ha incrementado un 76% respecto al año anterior, destacando un crecimiento del 16% en el malware que afecta a dispositivos móviles.
La diversidad de factores de forma, la explosión de los wearables, la gran variedad de aplicaciones, el avance general en el mundo de la movilidad, es algo que tienen muy presentes los ciberdelincuentes. Por lo que los ataques a dispositivos móviles seguirán aumentando. “En este sentido, es ahora más importante que nunca que el usuario sea consciente del valor, no solo de su dispositivo, sino de la información sensible y personal que almacena y gestiona” afirma Francisco Sancho, product partner manager consumer and mobile Intel Security España. “Los usuarios deben entender que tienen en sus manos potentes equipos e información muy valiosa para los ciberdelincuentes que deben proteger. La educación en este sentido es muy importante, ya que en la actualidad todavía existen algunos falsos mitos, especialmente entre los usuarios de smartphones.”
- La protección antivirus no es necesaria en un smartphone. Solo porque este dispositivo quepa en la palma de tu mano no significa que no merezca la misma protección que un PC. Puede sufrir los mismos problemas de seguridad, por lo que es importante que los smartphones incluyan antivirus, antimalware y anti-spyware.
- Si pierdo mi smartphone, basta con llamar a mi número para encontrarlo. La mejor manera para localizarlo es utilizando una app con sistema de geolocalización (GPS). De este modo, puedes conocer en todo momento dónde se encuentra tu dispositivo.
- Los smartphones no sufren ataques de phishing. En la actualidad los ataques de phishing puede tener lugar a través de texto (lo que se conoce como SMiShing) y aplicaciones de redes sociales. Además, si la pantalla del dispositivo móvil es pequeña, es más difícil detectar enlaces sospechosos.
- Las aplicaciones para mi smartphone son seguras si provienen de marcas reconocidas. Los estafadores pueden fácilmente desarrollar una aplicación maliciosa con aspecto inofensivo, incluso pueden distribuirla a través de tiendas de aplicaciones de confianza. Según los laboratorios McAfee LabsTM de Intel Security, más de un 80% de las aplicaciones para Android rastrean y recogen tu información personal. Las aplicaciones se han convertido en la principal vía de descarga del malware, tanto en smartphones como en tabletas.
- Mientras mi smartphone tenga protección de código PIN, es seguro tener aplicaciones que inician sesión automáticamente en mis cuentas. El código PIN es una protección incompleta que los hackers pueden conocer si quieren, simplemente utilizando un software que rastree la secuencia de los cuatro dígitos. Es sorprendente ver cómo todavía hay muchos usuarios que utilizan contraseñas de extrema sencillez, como 1235 o 2222. Utilizar un PIN o una contraseña más larga y compleja es importante, pero también es una buena práctica evitar que las aplicaciones se ejecuten automáticamente. De este modo evitaremos que alguien pueda acceder a nuestras cuentas bancarias o publique mensajes aleatorios en nuestras redes sociales.
- Los SMS son más seguros. Los servicios de mensajes de texto no proporcionan ningún tipo de protección. Esto significa que un mensaje de texto no es seguro, y de hecho sufre con frecuencia ataques de spam.