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Ibermática sube a la nube su outsourcing TI

Ibermática quiere consolidar este año su  apuesta por la externalización tecnológica en modo cloud computing. Tras implantar este modelo en algunos de sus clientes de forma exitosa en 2014, quiere extender ahora este nuevo paradigma, el cual dota a las organizaciones de una gran flexibilidad en el dimensionamiento de sus infraestructuras TI, al pagar sólo por los recursos que usan en cada momento, con el ahorro de costes que ello supone sin menoscabo de la calidad del servicio. Al contrario, este modelo permite al cliente estar “a la última” sin sorpresas, sin todas las inversiones y proyectos de cambio que implican la adaptación a nuevas versiones y la evolución tecnológica, que cada vez es más rápida, sin que el cliente se preocupe por nada que no sea su negocio real, su producto o servicio.

En 1973, Ibermática nació como centro de cálculo para dar servicio a los que fueron los primeros clientes de outsourcing: las entidades financieras, siendo pionera en el desempeño de esta actividad. Desde entonces, siempre se ha preocupado por estar a la vanguardia en el ámbito de la externalización de TI, en la que es claro referente en el mercado español*, para ofrecer a sus clientes el máximo valor añadido en cada momento.

Es el caso de su última apuesta, en la que supera el modelo de externalización tradicional para ofrecer sus servicios de outsourcing TI en modo Cloud Computing. Se trata de una iniciativa que ya implementó con éxito el año pasado en algunos clientes como CIE Automotive o el Grupo Arteche, y que en 2015 quiere consolidar.

Este tipo de proyectos se ejecuta bajo un nuevo paradigma basado en servicios en la nube, para pagar sólo por los recursos que se usan en cada momento. Esto confiere una gran flexibilidad en cuanto a la disponibilidad y contratación de los recursos que el cliente pueda necesitar en diferentes periodos. Aprovechando esta circunstancia, se beneficia también de mejoras en las infraestructuras, trasladando sus sistemas a una plataforma modernizada y orientada plenamente a dar servicios en Cloud:

Cloud y ahorro de costes

La nube está compuesta por grandes grupos de servidores remotos unidos en una gran red, que permiten acceso universal, compartir servicios y establecer una economía de escala para múltiples clientes. Se maximizan la usabilidad y las sinergias, y se balancea entre los servidores en función de las demandas puntuales. Así se optimiza la utilización de los recursos, sin que la organización deba tener un servidor sobredimensionado sólo para casos puntuales.

Estos grandes servidores que permiten dar servicio en modo cloud computing pueden utilizar tecnología en memoria, almacenamiento de grandes volúmenes de datos (big data), acceso al dato en el momento (online) y alto rendimiento.

Bajo este modelo subyace el concepto de ‘pago por uso’, ya que este tipo de servicio se costea en función de la utilización real, sin adquirir infraestructuras, sin preocupaciones por su depreciación y mantenimiento, y con una gestión flexible de la demanda. Se paga por suscripción (cuota fija) o por uso, en función del consumo real efectuado. Es un nuevo modelo de negocio que permite utilizar las soluciones más innovadoras con economías de escala, con un modelo sencillo y de gasto recurrente. Las ventajas son el control del gasto, la presupuestación y proyección futura y, en suma, un seguimiento más sencillo del gasto informático (Forbes estima que el ahorro medio en infraestructura se sitúa en el 23% dependiendo de las necesidades y situación de partida de cada cliente).

Servicios incluidos en modo catálogo

La infraestructura hardware, los servidores necesarios para alojar los sistemas, precisan para su gestión de una serie de servicios. Es lo que se denomina gestión de la plataforma o servicios gestionados, e incluyen la monitorización, la administración de los servidores, los servicios de back up (copias de seguridad), los sistemas operativos y el CAU (Centro de Atención a Usuarios).

Dentro de los posibles costes informáticos se pueden incluir además las licencias del software y la base de datos, pagando un gasto recurrente por el uso, bien por financiación de la compra de licencias y su mantenimiento o bien porque el proveedor de software admita fórmulas de uso flexible.

Existen otros conceptos opcionales que pueden incluirse en esta fórmula de pago por uso, como es el propio proyecto de implantación o adecuación de la herramienta (si fuera necesaria), o el posterior mantenimiento evolutivo, correctivo o preventivo de la solución.

También se suele incluir el proyecto de transición del sistema actual (on premise / hosting) a un sistema Cloud. Tradicionalmente los servidores se han comprado como inversión y se han alojado en las propias compañías (on premise) o se han comprado y se han alojado en empresas informáticas que dan estos servicios (on hosting). La transición a un sistema Cloud podrá incluirse dentro de este coste por suscripción.

Otras ventajas

Una de las principales ventajas es que se paga lo que se utiliza, pero también que se puede ampliar la capacidad de forma dinámica y prácticamente sin límite. Se está “a la última” sin sorpresas, sin todas las inversiones y proyectos de cambio que implican la adaptación a nuevas versiones y la evolución tecnológica, que cada vez es más rápida. Se utilizan los sistemas informáticos como una commodity, sin que la empresa se preocupe por nada que no sea su negocio real, su producto o servicio. Además, se utilizan las ventajas competitivas y todo el potencial de la tecnología sin tener que esperar a amortizar inversiones anteriores.

En resumen, este tipo de externalización optimiza la disponibilidad y utilización de los recursos TI; garantiza un servicio de calidad, evitando cualquier tipo de contingencia; y dispone de flexibilidad para asumir nuevas competencias y tecnologías. Todo ello con una mayor eficiencia para lograr un ahorro de costes. Todo esto englobado en un modelo de soporte basado en la factorización de los servicios (Service Factory) y en metodologías ITIL y Lean-IT, para adaptar el servicio y sus costes de una forma dinámica.

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