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Ibermática remarca la necesidad de que los directores de sistemas ganen peso en las decisiones estratégicas de las compañías

Ibermática, acompañada por analistas de Penteo y Quint Wellington Redwood, de HP, y por los CIO de entidades como BBVA, Grupo Prisa y el Servicio Extremeño de Salud, descifraron la fórmula para liderar la Transformación Digital que se está produciendo en estos momentos y el papel que deben jugar los directores de Sistemas en todo este proceso. El evento ‘Desafío Digital’ dio con los componentes de esta fórmula (Tecnología, Cliente, Factor Humano, Velocidad, Valentía, Urgencia y Comunicación) que, con el CIO y el proveedor TI como catalizadores, se deberán combinar para asegurar la competitividad actual y futura de las organizaciones.

Ibermática celebró su evento más importante del año, en el Palacio Cibeles de Madrid, ante cerca de un centenar de asistentes. El objetivo, analizar cuál va a ser el papel que deben jugar los CIO ante el avance de los nuevos procesos digitales que originan disrupción en el negocio, y que están basados en tecnologías tales como Big Data, Cloud, Movilidad o Redes sociales.

Y es que si el CIO no puede dar respuesta a estas peticiones de las áreas de negocio, surgirán vías alternativas para obtenerlas, lo que ya está sucediendo bajo el nombre de Shadow IT. Por tanto, como el futuro digital llegará inexorablemente con o sin el CIO, el evento Desafío Digital recogió la visión de los analistas, pero sobre todo cómo están viviendo esta nueva era los propios directores de Sistemas, y cómo deben hacerle frente.

El director general de Ibermática, Joseba Ruiz de Alegría, inauguró la jornada explicando precisamente que, ahora que parece que se ha superado la crisis, el principal reto para las empresas españolas de cualquier tamaño y sector es la transformación marcada por las nuevas tecnologías. “La llamada economía digital plantea una serie de desafíos determinantes para la supervivencia a largo plazo de las compañías. Un proceso que va más allá del comercio electrónico y que atañe a aspectos tan variados como la estructura de las organizaciones, los procesos productivos, el análisis de datos o la relación con los proveedores y clientes, entre otros”, indicó.

Por eso, la adaptación tecnológica debe formar parte esencial de las estrategias  corporativas para los próximos años. Pero, “a diferencia de cambios de paradigma previos, la velocidad a la que se está produciendo la transformación digital (por el profundo cambio de los hábitos de consumo y por la irrupción de nuevos actores) estrecha el margen temporal disponible, apremiando a las organizaciones de todo tipo a reaccionar de una forma más ágil y eficiente para adaptarse. Éste es el valor del evento: un entorno perfecto para despertar ideas, dibujar planes y contrastar realidades”, subrayó.

Ibermática: La fórmula de la Transformación Digital

El director de Servicios de Infraestructuras de Ibermática, Juan Ignacio Sanz, fue el encargado de desvelar la fórmula de la Transformación Digital en el evento de ayer. Comenzó su intervención asegurando que este proceso va a implicar un cambio social y en el modelo de negocio de las empresas. “Las tecnologías disruptivas obligan a repensar la forma de hacer las cosas y es probable que en 5 años nada sea igual”, auguró, por lo que es muy importante definir el papel del CIO (activo o reactivo) y del propio proveedor de servicios TI (como participante en la operación y mejora del área TIC de las organizaciones).

Así, en primer lugar identificó los componentes de la fórmula y cómo se combinan, y finalmente los catalizadores que hay que añadir para acelerar la reacción-transformación. El primero de ellos es la Tecnología (T) avanzada. “Avances como las impresoras 3D son el último eslabón de un proceso de mutación de lo físico en digital, lo que conllevará un cambio radical en los modelos macroeconómicos tal y como los hemos conocido hasta la fecha. La logística y distribución de productos son irrelevantes en un mundo digital. Cualquier buen producto/servicio digital llega al consumidor con igual facilidad y precio si viene de una start up o de una empresa consolidada. Ello traslada las ventajas competitivas al diseño y la innovación, no a la producción o distribución. ¿Llegaremos a ver el final de las grandes corporaciones?”, se preguntó.

El siguiente es la Valentía (VA) y puso como ejemplo la inversión de 100 mil millones de dólares que hizo Netflix, tras un análisis realizado con Big Data, para realizar una campaña de marketing específica por cada tipo de suscriptor. “En dos meses incrementó en 3 millones sus suscriptores, cubriendo el coste de producción”. Y recordó que no sólo se producen cambios en los modelos de negocio, además éstos se producen cada vez a mayor velocidad, apareciendo otro componente de la fórmula, la Velocidad (Ve).

Toda fórmula requiere un químico, y este honor le corresponde a John Kotter autor de un texto clásico sobre liderar el proceso de cambio en una organización. De sus 8 pasos, los más importantes, y que se incluyen en la fórmula son: Urgencia (U): No sólo se debe admitir la necesidad de cambiar para ser competitivo, sino que el cambio ha de realizarse ya; el Factor Humano (FH): El cambio requiere de un equipo válido para gestionar el proceso que además tenga la capacidad y atribuciones necesarias en la organización para llevarlo a cabo; y Comunicación (Com): La visión del cambio se debe comunicar adecuadamente a la organización, evitando tecnicismos, de forma que todos la entiendan y la compartan.

Con todos estos componentes, definió el rol que juega el CIO, que en este caso es doble: Ha de crear un entorno IT que facilite los cambios, y debe ser capaz de identificar las nuevas necesidades que requerirá un negocio digital y participar activamente en dicho cambio. “Esto obliga a que el CIO pase de una función de dar soporte al negocio a ser una parte fundamental del nuevo negocio”, explicó.

Así, para el primer rol debe montar una arquitectura que permita interacción multicanal con los usuarios, debe manejar criterios económicos nuevos, potenciando el uso de plataformas de pago por servicio (Cloud) en lugar de inversiones, y debe gestionar el área IT en formato BIMODAL. Para el segundo, debe superar el modelo tradicional en el que interactuaba con la Dirección de la empresa y en el que, en función de las necesidades del negocio, diseñaba el modelo IT de su organización que involucraba a diferentes Proveedores de Servicio, (PS), un nuevo componente en la fórmula. Ahora en cambio debe aprovechar a todos los actores posibles para que la organización lleve a cabo el proceso de cambio necesario que le permita competir en un mercado que tiene nuevos modelos de negocio: integrando de forma activa al Cliente (C), sus opiniones y gustos en la toma de decisiones, a través de redes sociales o técnicas de Big Data; incluyendo a los equipos para que participen de forma activa en el diseño de nuevos servicios; y contando con los partners de negocio (PS) para que aporten experiencias de otras organizaciones o mercados afines. Todo esto configura un nuevo entorno de cambio continuo y a gran Velocidad del que el CIO participa.

Ya están todos los componentes de la fórmula, pero faltan dos elementos fundamentales: “los catalizadores: el CIO y los proveedores de servicios como Ibermática que le ayuda a trasladar a modelos viables técnica y económicamente las necesidades de transformación digital en sus negocios”, recordó. Ambos, de forma conjunta, hacen que los procesos sean más rápidos potenciando de manera exponencial la Velocidad de implantación. TD = [(T x C x FH) + (Ve x Va x U)] x Com

Penteo, Quint y HP

El resto de ponentes coincidieron en que en la economía digital el rol del CIO debe cambiar, siendo una pieza clave en las nuevas empresas digitales y pasando a participar en la estrategia corporativa de las compañías y en las reuniones de las unidades de negocio, siendo más influyente y ganando peso en las decisiones estratégicas.

Es el caso de José María López, de Penteo, que lo ve como “parte esencial en la digitalización de las organizaciones, que tendrán que marcarse como prioridad Cloud, Analytics, Movilidad y, sobre todo, Seguridad para automatizar los procesos, acortar tiempos y ganar eficacia”.

López explicó que los CEO exigirán cada vez más a los CIO que vean las oportunidades TI, con soluciones más centradas en el cliente, “adelantándose a las necesidades para que el negocio funcione mejor”, y advirtió que las unidades de negocio pueden buscar sus propias soluciones tecnológicas si el CIO no está en contacto con ellas. “El 50% del presupuesto TI ya no está en manos del CIO, sino en las unidades”, añadió.

Por eso, ahora que el negocio tiene cada vez más peso en la estrategia digital, “los CIO deberán adaptar su departamento, que seguramente se verá reducido, pero deberán tomar la nueva gran red digital como una oportunidad gigante. Los que no sean valientes, transformadores, innovadores y dinámicos no contarán para el CEO”.

Juan Ignacio Rouyet de Quint Wellington Redwood, quiso quitar el foco de la tecnología y de la eficiencia de la que tanto se hablan en esta nueva era digital, para centrarse en una nueva manera de hacer las cosas. “Hay que generar un cambio cultural en la empresa, más ágil, abierta, colaborativa y atrevida”. Rouyet abogó por que a partir de ahora “el CIO delegue todas sus antiguas funciones al proveedor externo de TI adecuado, para que él se dedique a la transformación digital, creando un nuevo departamento específico para este cometido que él mismo liderará, y que coordinará los presupuestos de las unidades, al revés que ahora, siendo más influyente en la empresa”.

Jorge Fernández de HP hizo hincapié en que los clientes son cada vez más impacientes y exigentes. “Les da igual Big Data, quieren personal data y lo quieren ahora, y el CIO debe ser consciente de que una respuesta lenta supone la muerte del negocio”. “La economía digital estresará los sistemas, por lo que se van a necesitar responsables extremo a extremo en el desarrollo de tareas, para ganar agilidad y no atascarse en conflictos entre diferentes departamentos”, explicó.

Así, indicó que “es el CIO quien debe orquestar todas las aplicaciones dinámicamente y desplegarlas sobre la nueva infraestructura”, y abogó por que todos los profesionales de la compañía sepan programar “ya que las empresas de la economía digital se convierten en tecnológicas” y que se opte por una estrategia de automatización que dé respuesta a todo lo nuevo que surja, “y contando con los profesionales más innovadores y que tengan las ideas más locas”.

Los máximos responsables de Sistemas del BBVA, Mª del Mar Rodrigo, del Grupo Prisa, Óscar Gómez, y del Servicio Extremeño de Salud, Santiago Thovar, explicaron después algunas de sus experiencias y acciones realizadas ante el nuevo panorama digital en torno a una mesa redonda.

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