Durante los últimos veinte años, el cloud computing ha ganado peso hasta el punto en que el término ya forma parte del vocabulario cotidiano. Sin embargo, en el último lustro, la palabra ha ido evolucionando; hoy en día, es el cloud native o nube nativa el que suena con más fuerza. A diferencia de muchas otras tecnologías, la definición de cloud native va más allá de lo técnico y trasciende incluso hacia lo cultural.
Desde una perspectiva tecnológica, la nube nativa se basa en una arquitectura de software que permite desarrollar aplicaciones directamente en el cloud, con la escalabilidad, elasticidad y agilidad que ello supone. A nivel cultural, esto supone un cambio de mentalidad, por la confianza que se deposita en la estructura de la nube sobre otras más tradicionales.
El principio clave que eleva a la nube nativa por encima de las soluciones tradicionales basadas en cloud es que, en lugar de integrarse verticalmente, estas aplicaciones se crean utilizando componentes poco adaptados que permiten que cada elemento escoja la tecnología y la infraestructura adecuadas para resolver su tarea particular. Además, pueden construirse, probarse y publicarse de forma independiente, lo que reduce las dependencias codificadas de forma rígida, y, por lo tanto, facilita la modificación y agiliza la implementación.
La nube nativa se basa en una arquitectura de software que permite desarrollar aplicaciones directamente en el cloud
A medida que más organizaciones y unidades de negocio buscan soluciones de TI ágiles y flexibles para aislarse de los efectos de la pandemia y prepararse para el futuro frente a los cambiantes paisajes empresariales, las soluciones de la nube nativa deben ser una prioridad para los directores de las empresas, los CIO y, cada vez más, para los directores de la cadena de suministro.
Si bien la pandemia ha sido un catalizador para la adopción renovada de la nube, también ha destacado la importancia de las redes de cadenas de suministro globales flexibles, ágiles y sólidas; después de todo, las redes que proporcionan medicamentos a miles de millones de personas nunca habían sido tan relevantes como lo son ahora.
Si algo hemos aprendido de los informes diarios de todo el mundo durante los últimos seis meses, es que es imposible hacer predicciones con algún grado de certeza. Sin embargo, aquí hay tres razones por las que creo que todos los directores de cadenas de suministro deberían considerar las soluciones nativas de la nube como parte de un futuro pospandémico.
Un cambio drástico en el comportamiento del consumidor
Si las empresas dedican gran parte de su atención a problemas de almacenamiento de datos y sistemas heredados, no pueden concentrarse adecuadamente en objetivos comerciales a largo plazo, ni cumplir con la promesa de marca a sus clientes o invertir en la innovación que necesitarán para tener éxito en el futuro.
El principal beneficio de las soluciones de la nube nativa es que reduce el tiempo entre la formación de una idea de negocio y su puesta en producción. La arquitectura del cloud native funciona mejor cuando las cargas de trabajo son muy impredecibles o si son temporales.
Esto hace que las aplicaciones de la nube nativa sean ideales para adaptarse a los enormes cambios en el comportamiento y los hábitos de los consumidores, desde el auge del comercio electrónico hasta la creciente popularidad de las nuevas opciones de compra, como comprar online o recoger en la tienda. El cloud native brinda a una organización la flexibilidad de elegir qué partes de la aplicación abstraer, lo que significa que estas aplicaciones están mejor diseñadas para manejar cambios frecuentes y también para gestionar mejor los desafíos comerciales.
Este nivel de flexibilidad permite a las empresas fomentar una cultura que sea más propicia para implementar ideas nuevas e innovadoras, no solo dentro de TI, sino en toda la organización.
En un momento en el que el comportamiento del cliente y las tendencias del consumidor están cambiando a un ritmo tan rápido y, en ocasiones, de manera imprevista, es imprescindible garantizar que toda la red de la cadena de suministro tiene la flexibilidad y la agilidad para adaptarse y pivotar.
Más automatización en la cadena de suministro
El mercado global de robótica de almacenes se valoró en 6.120 millones de dólares en 2019 y se espera que alcance los 25.800 millones de dólares en 2025, a una tasa compuesta anual del 27% durante ese período.
Si bien el uso de la robótica y la tecnología de automatización en almacenes y centros de distribución ciertamente no es nuevo, durante la última década, los minoristas de todo el mundo han estado perfeccionando el equilibrio entre el humano y la máquina para aumentar la eficiencia y reducir los errores.
Hoy en día, una amplia gama de fábricas, laboratorios, almacenes, plantas de energía, hospitales y otras industrias dependen cada vez más de la robótica y la automatización, y la pandemia ha acelerado las preguntas sobre su uso.
A medida que las marcas comienzan a introducir más automatización y robótica en sus cadenas de suministro, la única forma práctica de garantizar la continuidad y la seguridad de estas redes ‘cobot’ es a través de un enfoque nativo de la nube, permitiendo la automatización y la integración de los robots con sus entornos y compañeros de trabajo humanos.
IoT: una cadena de suministro conectada
La cantidad de dispositivos conectados a Internet, incluidas las máquinas, los sensores y las cámaras que componen el Internet de las cosas (IoT), sigue creciendo a un ritmo constante. El último pronóstico de IDC estima que habrá 41.600 millones de dispositivos conectados que generarán hasta 79,4 zettabytes de datos para 2025.
Esta tecnología tiene claros beneficios para las cadenas de suministro, pues posee el potencial de hacer que cada elemento de la cadena de suministro sea más inteligente, más eficiente, más rentable y, en última instancia, también más sostenible.
Sin embargo, el tamaño de los datos que crea; las redes distribuidas en las que se generan estos datos; las plataformas requeridas para administrar los dispositivos y los ciclos continuos de actualizaciones de software, significan que sin un enfoque efectivo de la nube nativa para todo el entorno técnico de IoT, los beneficios de los que hablo no se podrían conseguir.
Por Jacky Marolleau, Director de Ventas en el Sur de Europa de Manhattan Associates