José Luis Larrea, Presidente de Ibermática
Éste es y ha sido siempre el reto que ha impulsado la evolución del sector de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) y de las empresas que formamos parte de él. Ibermática celebra este año su 35 aniversario y Byte publica su número 150: una buena oportunidad, desde la experiencia, para buscar la perspectiva del pasado con el fin de ganar el futuro.
Mucho han cambiado las cosas en el sector y en nuestra Compañía desde que aquellos “pioneros” comenzaron a desarrollar los primeros servicios informáticos en el mercado español. Cada vez más presente en la vida de las personas y de las organizaciones, el sector de las TIC ha ido cambiando al ritmo de los tiempos, incluso, un poco por delante. Pero bien, este espíritu de anticipación es hoy más necesario que nunca.
El entorno general en el que se mueve nuestra actividad pone de manifiesto la imperiosa necesidad de abordar el reto de pasar de administrar a gobernar, de administrar cosas a gobernar el caos. En este mundo, caracterizado por la globalización, la impactante influencia de las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) y la tremenda velocidad que impera en los flujos de información, es necesario cultivar los valores de la anticipación y la flexibilidad, y apostar por la innovación. La innovación tiene una gran capacidad de transformar la economía y la sociedad, es garantía de competitividad frente a la incertidumbre, moviliza fuerzas y aspiraciones, genera cultura y crea un clima de ganadores.
Si innovar es introducir novedades en alguna cosa, eso se puede conseguir entendiendo la innovación como un suceso o como un proceso. En este contexto, el reto es la innovación sostenible y competitiva, sostenible en el tiempo y útil, con resultados. El reto de pasar de la innovación como suceso a la innovación como proceso.
Esta innovación sostenible y competitiva se inspira en una serie de principios que la caracterizan como un concepto abierto, que nos habla de transformación y ruptura, busca resultados en el tiempo y necesita medirse, sigue el camino de la excelencia y la calidad, reconoce la diversidad como un espacio de enriquecimiento, se inspira en la naturaleza y el entorno, se produce en todos los ámbitos de actividad, resalta el valor de la persona, no es cuestión de tamaño y descansa en valores que conforman cultura, la principal ventaja competitiva. Por último, la innovación se inspira en atreverse, superar los miedos y cambiar de perspectiva.
El Modelo de Innovación Competitiva, sobre el que Ibermática está construyendo su futuro, descansa sobre los valores y se proyecta en base a tres elementos básicos de cuya confluencia surge la innovación: la tecnología, el conocimiento y la cooperación. Por otra parte, no podemos olvidar otros dos aspectos fundamentales como son la gestión del tiempo y el liderazgo.
En base a esta modelización de cualquier sistema de innovación específico, la siguiente cuestión consiste en observar el conjunto de la sociedad como un sistema de innovación e identificar los principales agentes del mismo. Partiendo de la persona como el principal agente de innovación, cualquier grupo, organización, empresa e institución puede ser observado como un agente de innovación.
Todos somos agentes de innovación y estamos llamados a jugar un papel determinante en el nuevo estadio en el que se sustenta la competitividad de los países y las organizaciones. En este nuevo estadio no basta con hacer las cosas bien, incluso muy bien, además hay que ser capaces de hacer cosas diferentes. Y esto es innovación. La innovación como estrategia para avanzar, progresar, competir…
Es un camino que en Ibermática estamos empeñados en recorrer al servicio de aquellos que son nuestra razón de ser: nuestros clientes.
