El polémico cartel más de 75 años coronando el número uno de la Puerta del Sol. Hace un año comenzaron las obras de rehabilitación del edificio y el cartel fue retirado con el fin de preservarlo para volverlo a instalar una vez finalizadas. Según Víctor García-Hoz, el creador de la petición, en change.org Apple, que abrirá en ese edificio su nueva tienda en Madrid, ha puesto como condición que el luminoso de Tío Pepe no se vuelva a instalar. “El cartel de Tío Pepe es mucho más que un anuncio, forma parte del paisaje de Madrid. Ha iluminado las campanadas de Nochevieja, cabalgatas de Reyes, y ha puesto fondo a películas, postales y libros. Apple tiene que entender su importancia y respetarlo” explica Víctor.
A mi, lo que me resulta sorprendente es que tanta gente se preocupe por el bienestar del cartel de la empresa vinícola, pero estoy seguro de que muchos aquellos que se han estampado su firma en dicho manifiesto son a su vez usuarios de Apple, una empresa cuestionada por sus malas prácticas en muchos terrenos. El primero de ellos, el laboral, donde buena parte de sus productos, fabricados en China, son producidos en unas condiciones infrahumanas y con unos salarios que rozan la esclavitud según han publicado numerosos medios a uno y otro lado del Atlántico. Pero no, aquí a nadie se le ocurrió poner en marcha un manifiesto de protesta para que Apple cambiara su forma de actuar. A fin de cuentas, es lo habitual: mientras yo tenga mi iPhone y mi iPad, que es lo que se lleva y «mola mazo», lo que ocurra con los chinos que están a miles de kilómetros no importa demasiado.
Pero el segundo de ellos, es más sangrante y nos afecta directamente. Tan sólo hay que leer este artículo de El País para ver el beneficio que saca España de la presencia de Apple y sus productos aquí. No sólo no nos beneficiamos (vía impuestos), sino que además le tenemos que dar dinero. Pues no, aquí tampoco vi ninguna iniciativa para que Apple empezara a pagar impuestos (reales) en España. Eso sí, el cartel del Tío Pepe, que no nos lo toquen.