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La función de gestión del riesgo soporta una presión creciente: las compañías dan prioridad a los beneficios y al crecimiento

¿Ha alcanzado el sector de los servicios financieros una zona de confort, poniéndose en peligro ante una nueva crisis? ¿Están hoy en día las prácticas de gestión del riesgo y reporting en línea con la existente cultura de gestión del riesgo y las expectativas de las organizaciones?

 A pesar de las lecciones aprendidas, las reformas continúan amenazadas por el desequilibrio de las demandas de gestión del riesgo y los programas y prácticas actuales, según un reciente estudio sobre gestión global del riesgo. En febrero y marzo de 2011, el Economist Intelligence Unit (EIU) encuestó a 315 ejecutivos en todo el mundo para SAS, el líder en software y servicios de business analytics. Los encuestados se centraron principalmente en la gestión de riesgos en bancos, mercados de capital y aseguradoras de todos los tamaños desde menos de 100 millones de dólares hasta 1000 millones de dólares en activos. Mientras que las instituciones financieras iniciaron algunas medidas de gestión del riesgo para dirigir las deficiencias expuestas por la crisis financiera, las culturas de riesgo están mal preparadas para las demandas actuales y han estado sobrepasadas por las prioridades de competencia que fomentan el crecimiento y la rentabilidad sin estrategias de riesgo embebidas.

 Debido a la cautelosa recuperación global y a los recientes buenos resultados obtenidos por el sector financiero, las entidades han visto incrementado su apetito de riesgo por la presión para ampliar y estimular los beneficios. Los encuestados están luchando para gestionar los riesgos, con más de tres de cada cinco citando la complejidad creciente en la exposición al riesgo en sus organizaciones. Mientras dos terceras partes de los encuestados afirman que los riesgos externos son un reto mayor para sus instituciones que los internos, solo un 52% afirma que sus procesos de gestión del riesgo están preparados para gestionar esta volatilidad y complejidad. El proceso de modernización y fortalecimiento de la gestión del riesgo puede haber tocado techo ya que el porcentaje de encuestados es el mismo comparado con el del último año cuando al ser preguntados por la confianza en contar con una estrategia de gestión del riesgo claramente definida.  Año a año, la proporción de encuestados que están incrementando la inversión en la función del riesgo ha caído ligeramente en las áreas de TI, datos, formación y reclutamiento.

 Los silos departamentales de información continúan dificultando el progreso en la gestión del riesgo. Aunque la importancia de la función de la gestión del riesgo ha crecido, las organizaciones todavía carecen de relaciones fuertes y abiertas entre la función del riesgo y las líneas de negocio. Los encuestados citan la deficiente comunicación entre los departamentos como la principal barrera para hacer efectiva la gestión del riesgo- mientras que en el estudio del último año se hacía referencia a la futura regulación como la principal área de preocupación.

 Según la encuesta, los comités de dirección han incrementado tanto su conocimiento sobre el riesgo como la demanda de informes sobre riesgos. Más de dos de cada cinco encuestados indicaron un incremento en el grado de experiencia de la dirección en materia de gestión de riesgo y más de la mitad describieron un fuerte incremento de riesgos, especialmente en banca minorista.  Sin embargo, sólo una minoría de instituciones declara estar dando pasos para actualizar el reporting de riesgos, incluyendo el tiempo de respuesta, la consistencia y la ampliación del reporting a los riesgos emergentes.

 “Para que la gestión del riesgo ocupe el lugar que le corresponde en el Consejo de Administración, esta función debe evolucionar desde el mero soporte técnico hasta un proceso estratégico” afirma Luis Méndez, Director General de SAS España. “Esto requiere una cultura de riesgo asimilada y completa, de arriba abajo, soportada por un marco de riesgos verdaderamente integrado que proporcione tanto una visión holística y especializada de riesgo para cada nivel de negocio.”


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