Fujitsu ha lanzado al mercado una nueva versión de su servidor de aplicaciones “Interstage Applications Server V10” que ha sido diseñada por la compañía para optimizar y consolidar el trabajo en las nubes privadas. En concreto, la solución permite agregar y ejecutar varias aplicaciones desarrolladas en diferentes sistemas de programación, incluyendo Java EE, J2EE, COBOL y C, en un único servidor de aplicaciones.
“Interstage Application Server v10” hace que sea posible consolidar, sin actualizaciones, varias generaciones de aplicaciones de negocio en una empresa, por lo que permite utilizar el software ideal para la consolidación de los negocios en los clouds privados. Todo ello ofrece una importante reducción de costes, tanto en los niveles de desarrollo como de operación. Además, incorpora una nueva funcionalidad que elimina por completo los efectos de Full GC, para la eliminación y gestión de los elementos que no están en uso en la memoria de forma automática, un factor importante para que la respuesta de Java sea más rápida, uniforme y estable.
Fujitsu es la propietaria de esta tecnología inteligente que de forma autónoma determina el estado del hardware y el software para optimizar, dar más fiabilidad y simplificar los negocios, gracias a su ajuste inteligente que ofrece una total estabilidad de las aplicaciones. También simplifica la configuración de los parámetros esenciales a la hora de desplegar el equipo y la puesta a punto, que queda confirmada.
Por otro lado, Fujitsu ofrece” Interstage Application Server v10 powered by Windows Azure” un servidor de aplicaciones que puede ser utilizado en los clouds públicos.
Características principales de Interstage Applications Server v10
Dos son las características fundamentales de esta solución. La primera es la simplificación de la consolidación de los procesos de negocio de las nubes privadas, incluso con los activos existentes, en un único servidor de aplicaciones sin modificaciones. Esto permite la reducción del desarrollo de aplicaciones, por lo que es posible que los múltiples procesos se gestionen desde una única pantalla. También facilita consolidar varias generaciones de Java en un único servidor, enlazando las desarrolladas en lenguajes de programación diferentes y de archivos heredados.
La segunda de ellas es el ajuste inteligente. Elimina la necesidad de controlar previamente la respuesta de las aplicaciones, ya que realiza un control que monitorea de forma autónoma el flujo de entrada para estabilizar la capacidad de respuesta de estas, sin ser necesario, como en el pasado, la codificación previa de complejos procesos de estabilización de las respuestas. Gracias a ella, se detectan las señales de GC (gestión automática de la memoria) de las máquinas virtuales de Java o de los signos asociados a lentitud que incrementan la capacidad de respuesta u otros problemas. Finalmente, el ajuste inteligente ofrece un control de la entrada de flujo y garantiza que las aplicaciones respondan ejecutándolas desde distintas máquinas virtuales de Java, evitando que otras aplicaciones de Java se vean afectadas y que se puedan aceptar nuevas solicitudes.