1. Protocolo HTTPS. Hypertext Transfer Protocol, más comúnmente conocido como HTTP, se utiliza para la mayoría de páginas web. Sin embargo, debemos poner especial cuidado en el momento de introducir los datos de nuestra tarjeta, ya que debe producirse un cambio de http a https que garantiza que la página que se está utilizando tiene una conexión segura. Pero cuidado, si no se aplica adecuadamente https no garantiza el 100% de seguridad, así que debemos conocer algunos consejos más.
2. Candado. Otra señal que certifica la seguridad de la página en la que nos encontramos. Al introducir los detalles de nuestra tarjeta debe aparece un candado cerrado o símbolo similar junto a la barra de direcciones o en la parte inferior de la página. Si hacemos doble clic se mostrará la información de seguridad adicional para el sitio.
3. Normativa de la web. Antes de comprar echemos un vistazo a la política de seguridad de los sitios donde realizaremos la compra. Aquí siempre se debería indicar los datos que se nos van a solicitar y cómo se utilizará.
4. 3D Secure. Si durante la compra nos encontramos con 3D Secure y no estamos registrados, es un buen momento para hacerlo. 3D Secure proporciona una capa adicional de protección al pedir que se introduzca una contraseña que habremos registrado con nuestro banco previamente. De esta manera si la información de la tarjeta es utilizada por terceros de forma ilegal, este filtro impedirá que se produzca la compra.
5. Confirmación. Es muy buena costumbre guardar cualquier correo electrónico de confirmación que recibamos después de una compra online, así como comprobar siempre el gasto que se nos ha cargado en la tarjeta. Si mantenemos ese control podremos identificar fácilmente los movimientos en nuestra tarjeta que no hemos realizado nosotros.
6. Payment Card Industry. Debemos asegurarnos de que el vendedor certifica un nivel de cumplimiento de PCI. Si no encontramos la información, no dudemos en ponernos en contacto con el distribuidor para aclarar nuestras dudas.
7. Datos de contacto. Aunque parezca obvio, hay que asegurarnos de que la página dispone de datos de contacto e incluye una dirección física. Nunca está de más.
8. Comentarios. Si algún site no nos inspira confianza es muy buen consejo navegar por la Red en busca de comentarios de antiguos clientes. Desde foros a las redes sociales más populares. Si alguien ha recibido un mal servicio, lo más probable es que lo haya contado.
9. Crédito vs Débito. Siempre que sea posible tratemos de usar una tarjeta de crédito en lugar de débito, la protección es mayor
10. Las devoluciones de cargo. No olvidemos que si no hemos recibido nuestra compra y no podemos comunicarnos con la empresa en cuestión, podemos ponernos en contacto con nuestro banco para obtener una devolución del cargo.
