McKinsey & Company, ha presentado el informe Ecosistemas digitales para aseguradoras: oportunidades a través de la Internet de las cosas, que analiza en profundidad las oportunidades y el valor que el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) es capaz de generar en el sector asegurador. Este estudio da a conocer cómo gracias al uso de los datos que los dispositivos conectados son capaces de proporcionar, las aseguradoras pueden optimizar procesos de vital importancia tales como el análisis de riesgos, la oferta de nuevos servicios personalizados o la interacción cotidiana con el cliente. Además, destaca cuatro ecosistemas digitales del entorno de los seguros en los que el IoT generará un especial impacto en sus servicios y modelos: coche conectado y movilidad, casa inteligente, salud conectada y líneas comerciales.
Ecosistemas digítales: nuevas oportunidades para las aseguradoras
En 2010, los consumidores tenían 12.500 millones de dispositivos en red. Se estima que para 2025, este número haya aumentado a más de 50.000 millones. Los dispositivos conectados, capaces de transferir grandes volúmenes de datos a sus proveedores o a terceros, están transformando los modelos comerciales y operativos de la mayoría de los sectores, lo que está generando nuevas de oportunidades para las compañías aseguradoras en cuanto al desarrollo de nuevos productos, la apertura de nuevos canales de distribución y la amplificación de su función para la mejora de la predicción, prevención y asistencia.
En el sector asegurador, el contacto con el cliente está tradicionalmente limitado a agentes o brokers, los dispositivos en red harán posible que las aseguradoras interactúen con sus clientes con mayor frecuencia
En el sector asegurador, el contacto con el cliente está tradicionalmente limitado a agentes o brokers, los dispositivos en red harán posible que las aseguradoras interactúen con sus clientes con mayor frecuencia y ofrezcan nuevos servicios basados en los datos recopilados, así como que sean capaces de determinar riesgos de una forma más precisa. Como ejemplo de ello, el informe destaca que los seguros de coche ahora pueden tener en cuenta información tan precisa como el comportamiento de los conductores y su uso del vehículo, la velocidad de conducción o la cantidad de veces que se conduce por la noche. El ecosistema del coche conectado y la movilidad es el más avanzado de los cuatro destacados, ya que todos los datos que el uso de un vehículo puede producir permitirán generar incontables aplicaciones que sean capaces de satisfacer las necesidades de los conductores, así como aumentar la seguridad en la conducción, tanto activa como pasivamente. Esto genera un completo y nuevo entorno alrededor del vehículo conectado, que incluye a operadores de telecomunicaciones, fabricantes de sensores y chips, operadores de plataformas digitales de movilidad, institutos de investigación, centros de estandarización y, por supuesto, compañías aseguradoras, que han encontrado nuevos nichos de mercado.
Por su parte, el segmento del hogar inteligente está viviendo grandes cambios en el desarrollo del IoT con el lanzamiento de nuevos dispositivos. Las aseguradoras han encontrado aquí una oportunidad para lanzar modelos cooperativos, ofreciendo productos integrados tales como seguros orientados a estos dispositivos o innovadores productos de seguridad para el hogar. Como extensión del hogar inteligente, los servicios de atención sanitaria están cada vez más ligados a la vivienda, al contar las sociedades industriales con una población envejecida que requiere de ayuda para seguir con su día a día de forma independiente. Por ello, las aseguradoras pueden posicionarse como coordinadoras digitales de estos servicios sanitarios y de asistencia en el hogar, potenciando su alcance.
En cuanto a los ecosistemas comerciales centrados en la distribución a los socios de negocio (B2B o B2B2C), las aseguradoras han identificado diversas oportunidades a lo largo de la cadena de valor, tales como la innovación de productos, la excelencia en la distribución, la prevención de riesgos, la provisión de servicios holísticos, la administración de redes de proveedores y la asignación de capital riesgo.
Mayor competitividad e innovación
Para mejorar la competitividad y potenciar la innovación de las aseguradoras, el informe sugiere definir las áreas de actuación, estableciendo cuáles son las aplicaciones concretas en su mercado que los clientes estén dispuestos a aceptar, así como tener en cuenta el medio- largo plazo para la expansión del sector del IoT. En segundo lugar, deben encontrar al socio adecuado, que cuente con una experiencia y conocimiento suficientes, cuyo acuerdo comercial incentive a todas las partes a ampliar la oferta conjunta y esté abierto a la colaboración con otros socios. Igualmente, las compañías deben asegurar la escalabilidad, presentándose como socios de confianza para sus clientes, y resaltando los beneficios que las redes digitales les pueden aportar. Además, deben ser capaces de maximizar la velocidad de lanzamiento, ya que el IoT podría alcanzar un punto en el que la penetración en el mercado aumente también de forma exponencial para los productos de seguros, por lo que las firmas que no actúen con rapidez correrán el riesgo de perder la carrera. En este sentido, cada vez será más difícil encontrar un socio que ofrezca datos y contactos suficientes y que aún no esté vinculado a un competidor. Y finalmente, asegurar una perspectiva a largo plazo para expandir su posición en el mercado, desarrollando servicios innovadores y competitivos para sus clientes.
En definitiva, el IoT ha entrado en la vida cotidiana de personas de todo el mundo y ha transformado los modelos de negocios en las industrias. Hasta ahora, las aseguradoras han utilizado principalmente las capacidades del IoT para respaldar la interacción con el cliente y para acelerar y simplificar la contratación y la gestión de reclamaciones. Sin embargo, están surgiendo nuevos modelos de servicios y negocios basados en el IoT que son enormemente atractivos para el sector de los seguros, en los que las redes digitales conectadas pueden convertirse en un componente estratégico central.