La gestión de endpoints puede garantizar la seguridad, la organización y la eficacia de una empresa al proporcionar una visión global de la salud, la ubicación y el estado de los endpoints. Descárgate esta guía con donde encontrarás las principales tendencias en gestión de endpoints, los principales retos y mucho más.

Las nueve dimensiones del dato

La información ya no es poder. Hoy, la ingente cantidad de datos que bombardea a las empresas, con sus múltiples formatos y procedencias, puede convertirse en un lastre importante si no se sabe extraer de ellos la información oportuna. Pero por el contrario, si se traduce en inteligencia se convierte en una auténtica ventaja competitiva.


Los grandes volúmenes de datos solo tienen sentido si ayudan a tomar las mejores decisiones para la empresa. Si no, como dice Diogo Moraes, Director General de Cálculo SA, compañía española experta en soluciones de TI para el sector seguros,  “tendremos mucho jogo bonito pero poco gol. Los datos son rentables si son precisos, actualizados, rápidos, certeros, fiables, oportunos, relevantes y consistentes”. De alguna forma se aplica la máxima del científico y filósofo George Dyson, del Institute for Advanced Study: “la información es barata; lo costoso es el significado”. Esta afirmación cobra más sentido teniendo en cuenta que, según IDC, en 2020 circularán por el mundo 35,2 zettabytes, frente a los 1,8 de 2011; y que cada nuevo día se generan 2.500 millones de gigabytes de datos.


Para Cálculo, como empresa desarrolladora de soluciones de software para el sector seguros, las dimensiones que lo hacen creíble y rentable son las siguientes:


  1. La exactitud que refleja el estado del negocio y se ajusta a su realidad
  2. La totalidad que mide la certeza que tiene la compañía sobre la complejidad de factores que intervienen en el cálculo de la información relevante.
  3. La oportunidad, determinada por la necesidad y el tiempo.
  4. La relevancia de la información.
  5. La solvencia, las fuentes de las que proviene esa información.
  6. La consistencia. Los datos deben permanecer inalterables, se debe poder trazar su historia y deben estar centralizados y actualizados.
  7. Validez y control. La información tiene vida y nace, crece, se desarrolla y muere.
  8. Evaluación, para que su captura sea óptima.
  9. Almacenamiento en un sistema fiable y funcional.


Ventas, satisfacción del cliente, productividad

Sus datos de calidad serán negocio cuando generen valor, permitan mejorar sus procesos, faciliten las ventas cruzadas, fidelicen a sus clientes y hablen de innovación y crecimiento. Cálculo trabaja en soluciones TI para empresas aseguradoras que manejan millones de datos de diferentes fuentes, tipos, formatos y modos. De esa experiencia, Cálculo mantiene que un dato de calidad es aquel que:

Permite planificar y prever costes. Imagínese una aseguradora de salud; la compañía podrá ser proactiva a la hora de proponer acciones a sus clientes (enviar recordatorios de cuándo hacerse revisiones) que mejorarán los procesos de la empresa reduciendo sus costes y mejorando la satisfacción de sus socios.

Posibilita las ventas cruzadas. Con la información precisa, su compañía podrá ofrecer el seguro más adecuado para cada cliente valiéndose de toda la información disponible en los sistemas de información: perfil, hábitos, costumbres, comportamiento el cliente…
Permite fidelizar al cliente. La calidad de los datos permitirá establecer las relaciones más adecuadas con el cliente en cada momento, aprovechando, por ejemplo, fechas señaladas para ofrecer descuentos en las renovaciones, nuevos servicios de valor añadido, productos a medida…
Ahorra costes directos. Un dato de calidad limita los errores en las relaciones de la compañía con proveedores y clientes. La unicidad del cliente y contar con una información adecuada y veraz en los call centers evita duplicidades y búsquedas improductivas.

Potencia las acciones de marketing y la gestión. La normalización de los datos mejora su análisis y facilita segmentaciones enfocadas a acciones comerciales.

Mejora la prestación de servicios. Reduce tiempos de espera y, además, optimiza la relación del operador con el cliente y el prestador de servicios.
Permite mayor eficiencia y rendimiento. La reducción de errores en los datos se traduce en un menor desgaste y una mejor predisposición por parte del que realiza el trabajo, bien sea en la atención al cliente, o en la relación con terceros.

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