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primeros pasos hacia la nube

Cómo dar los primeros pasos hacia la nube

A lo largo de los años he llegado a la conclusión de que el ‘viaje’ a la nube es más un ejercicio de liderazgo y de gestión de los cambios que un proyecto técnico. Y aunque no hay una fórmula universal que funcione para todas las organizaciones, con este artículo he querido plasmar algunas conclusiones que he sacado de lo que he visto en las empresas que dan sus primeros pasos hacia la nube.

No es sorprendente que la mayoría de las empresas empiecen mediante un reducido número de proyectos que les ayuden a entender cómo pueden valerse de la nube para satisfacer sus necesidades.

Mi primer proyecto empresarial en la nube

En 2012, cuando era CIO de Dow Jones, mi jefe (y CEO del grupo) tenía una hipótesis que el resto del equipo veíamos como una gran oportunidad de negocio: si el conjunto de los suscriptores de Wall Street Journal, el producto B2C estrella de Dow Jones, contaba con buena parte de la riqueza a nivel mundial, y el conjunto de los suscriptores de Factiva y Dow Jones Newswires, a su vez productos B2B de Dow Jones, gestionaba buena parte de la riqueza a nivel mundial, teníamos la oportunidad de crear una valiosa plataforma al ofrecerles un mecanismo con el que interconectar y comunicarse entre sí.

Dow Jones nunca había creado algo semejante en el pasado, por lo que queríamos llevar la idea a la práctica rápidamente. Para ello, reunimos a un equipo compuesto por un puñado de ingenieros y diseñadores para realizar una prueba experimental, y les dimos libertad para elegir las herramientas que ellos consideraran idóneas para hacer realidad el proyecto.

Seis semanas después, combinando servicios de AWS, software libre, automatización y arduo trabajo, habíamos creado y estábamos operando una aplicación de gran disponibilidad e invulnerable ante posibles desastres. Llegamos a la conclusión de que acabábamos de desarrollar la capacidad de ofrecer soluciones tecnológicas para la empresa con gran rapidez, lo que dio alas a mi equipo (buena parte del cual mostraba cierta ansiedad hasta que les formamos en lo que al cloud se refiere) y al equipo directivo a embarcarse en el ‘viaje’ a la nube con nosotros.

¿Por qué proyecto deberías empezar?

En términos generales, prefiero que las organizaciones opten por comenzar por proyectos que les den resultados en unas pocas semanas. Los proyectos informáticos que requieren múltiples años de desarrollo tienen los días contados. La mayoría de ejecutivos con los que he hablado muestran interés por la nube precisamente por la agilidad que esta confiere a sus organizaciones.

Por ello, recomiendo que deis a vuestros equipos la oportunidad de emprender un proyecto práctico y útil, pero con un plazo limitado. Mi experiencia ha sido el fruto de desarrollos totalmente nuevos, que es un patrón que he visto en muchas otras empresas. Las actuales aplicaciones web y móviles son un ejemplo ideal, especialmente porque todos conocemos sus posibilidades, casos de uso y arquitecturas de referencia. He visto cómo ciertas empresas empiezan con una implementación de Amazon Workspaces, la migración de entornos de desarrollo/testeo o la modernización/migración de aplicaciones ya existentes.

A lo largo de los años he llegado a la conclusión de que el ‘viaje’ a la nube es más un ejercicio de liderazgo y de gestión de los cambios que un proyecto técnico.

La migración de aplicaciones ya existentes varía en complejidad, en función de factores como la arquitectura utilizada y la estructura de las licencias de utilización. Si pienso en todo el espectro de aplicaciones susceptibles de ser migradas y tuviera que clasificarlas de la migración más sencilla a la más compleja, situaría a las arquitecturas virtualizadas orientadas a los servicios en el extremo de mayor facilidad, y a las infraestructuras centralizadas monolíticas en el extremo de la mayor complejidad. Personalmente, recomiendo comenzar por un proyecto que se encuentren en el rango de baja complejidad del espectro.

Lo que me parece más importante es que las organizaciones opten por proyectos que aporten valor al negocio, sin optar por proyectos triviales que mitiguen la curiosidad por aprender del personal técnico. Evitad la parálisis en el análisis y utilizad vuestros primeros proyectos en la nube para comenzar a experimentar.

A menos que haya una razón poderosa para ello, recomiendo evitar emprender programas integrales para la transformación del negocio directamente desde el primer proyecto. Toda organización tiene un límite a la hora de tolerar cambios, que suele variar de una a otra. En mi experiencia personal, acelerar el cambio más allá de este límite tiende a producir resultados adversos. Con frecuencia, aquellos que me describen emplean palabras como “cowboy”, “temerario” o “héroe”. Yo solía recibir estos calificativos con agrado, pero hay momentos en los que esta actitud puede resultar contraproducente. Alguien me dijo en una ocasión que “no hay gloria en llegar solo a la meta”. Cuando me dijeron esto por primera vez y me di cuenta de cuán temerario había sido, quedé francamente impresionado. Por ello, he interiorizado esta frase y me la repito periódicamente, en mi búsqueda constante de un equilibrio perfecto.

¿Cómo debería trabajar en mis primeros proyectos en la nube? (Pista: la actitud es muy importante)

Independientemente de por qué componente de vuestra organización decidáis empezar, deberíais tener presente que vuestros primeros proyectos en la nube emocionarán a algunos, pero provocarán cierta incomodidad a otros.

Apoyad a quienes sientan esa emoción por la nube y plantearos formas de convertirlos en vuestros defensores y promotores de la nube. En mi experiencia personal, la actitud es tan importante como las aptitudes, por lo que vuestros primeros defensores de la nube tenderán a ser ese tipo de personas que nunca tienen miedo de experimentar.

También deberéis mostrar empatía con aquellos que sientan cierta incomodidad ante el nuevo paradigma, ofreciéndoles las herramientas que puedan necesitar para acompañaros en el ‘viaje’ hacia la nube. Los fundamentos de la informática no han cambiado drásticamente. Y, sin embargo, para poder sacar todo el partido a las ventajas que la nube ofrece, resulta vital que los cargos tradicionales de los departamentos informáticos se replanteen cómo alcanzar sus objetivos. También deberéis mostraros receptivos ante las preocupaciones de vuestro equipo.

¿De dónde surgen los proyectos piloto de las organizaciones?

Hace dos o tres años parecía que la mayoría de proyectos en torno a la nube surgían fruto de la iniciativa particular de divisiones concretas de las empresas. En muchos casos, estos proyectos se implementaban en paralelo y, por así decirlo, en la sombra. Este fenómeno suele darse en divisiones que no consiguen ver sus necesidades cubiertas por el departamento central de la compañía dentro de los plazos que buscan alcanzar. Aunque estos “departamentos informáticos en la sombra” solían ser fuente de tensiones dentro de la organización, a lo largo de los últimos años he visto cómo los equipos multidisciplinares integrados por perfiles con diferentes backgrounds y habilidades logran ofrecer arquitecturas de referencia para la nube. Estas acaban ganándose la aprobación del departamento central de la organización, cubriendo las necesidades de la división e innovando de forma segura, transparente y conforme con las normativas de la empresa. Este planteamiento permite dar rienda suelta a la innovación dentro de las diversas divisiones de una empresa, al tiempo que brinda a los departamentos informáticos centrales las salvaguardas necesarias para implementar las medidas de seguridad, conformidad y coherencia que correspondan, incluso en organizaciones de gran tamaño. AWS Service Catalog busca precisamente ayudar a las empresas a lograr esto mismo, a gran escala.

Conforme la nube se ha ido erigiendo en el nuevo paradigma, he ido viendo cómo, con cada vez mayor frecuencia, los proyectos piloto en torno a la nube surgen fruto de la iniciativa de los departamentos centrales de informática. Así, por ejemplo, muchas organizaciones de servicios financieros buscan recortar gastos, por lo que están recurriendo a la nube para poder contar con entornos de desarrollo y testeo de exactamente la escala que necesitan para sus sucesivos ciclos de actualización.

El ‘viaje’ a la nube está lleno de retos, pero todo camino empieza siempre con un primer paso.

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